El misterio de la calabaza desaparecida en La Almáciga

Los usuarios de los huertos urbanos de Santiago están encantados con la iniciativa del Concello compostelano que, desde hace años, ha puesto en manos de los vecinos parcelas para su cultivo. Se consigue así que los santiaguses del entorno puedan trabajar la tierra que, de otra manera, estaría abandonada.

Hay huertos urbanos en varias zonas de la ciudad como Hortas, haciendo honor a su nombre, Belvís o la Almáciga.

Aquí, en este último barrio, en la Almáciga, reside Pilar. Nos cuenta que lleva tres años plantando en estas parcelas. Ya su padre también explotaba estas parcelas. Nos contaba que está encantada con esta iniciativa, aunque desde hace tiempo, ya cuando arrancaron los primeros cultivos, los amigos de lo ajeno se llevaban el fruto del trabajo de los demás: "O proxecto é espectacular, liderado por Elvira Cienfuegos e xa daquela, cando se puxo en marcha, xa había queixas porque faltaban cousas. Cando estaba todo medrado, entre xente que pasaba por aí e que neste país temos o hábito de coller as cousas que non son nosas... había pequenos roubos".

Pilar lo denunciaba en las redes sociales en las últimas horas, esos robos continúan en las huertas sin que nadie le ponga remedio. Es verdad que no puede haber un policía en cada huerta. "É unha cuestión de respecto, de ética e de actitude".

Hay gente, nos relata, que trabaja muchísimo en estas huertas, que le pone empeño y mucha ilusión. Imagínense la rabia de ver que faltan tomates o pimientos que uno mismo ha estado trabajando y que acabarán en bandullo ajeno. No obstante, en las últimas horas el robo ha ido a más y ha sido, seguro, premeditado.

LA CALABAZA DE CENICIENTA

Llevarse pequeñas hortalizas puede ser casual, pero el robo de una calabaza de grandes dimensiones parece deliberado. Ha sido cosa de más de una persona, que se ha tenido que llevar alguna herramienta de transporte.

"Eu denunciaba a desaparición dunha cabaza enorme, que ademais é complicada de levar". Pilar cree que la calabaza podría pasar de los 20 kilos. "E iso non é algo que puidese levar unha persoa soa". De hecho, nos decía que ella misma pensaba en coger una carretilla para su transporte. 

¿POSIBLES SOLUCIONES?

Pilar ha puesto el robo en conocimiento de la Policía Local, que le ha recomendado que denuncie. Habrá reunión de los usuarios de las huertas y estudiar la presentación de una denuncia formal.

Un cartel que recuerde que esas parcelas, aunque públicas, están siendo trabajadas por particulares parece que no solucionaría el problema porque "É cousa de malos hábitos. Pode que falte vixianza, non pode haber un policía plantado alí permanentemente, pero si máis  paso de axentes que intimide".