A Pobra do Caramiñal muestra ya al Valle-Inclán más íntimo
La cesión de objetos personales y mobiliario del Pazo de la Mercé donde residió el autor, junto a su biblioteca personal, completa la colección de su museo en la localidad coruñesa
Santiago - Publicado el - Actualizado
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El pleno del ayuntamiento de la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal aprobaba esta misma semana una corrección de errores que hace definitiva la cesión temporal de buena parte del patrimonio y objetos personales que una parte de la familia de Ramón María del Valle-Inclán ha ido guardando o recopilando a lo largo de las últimas décadas. Culminando así un largo proceso de negociaciones establecidas entre el nieto del autor, Xaquín del Valle-Inclán, y las autoridades municipales y que permiten desde ya poder disfrutar de algunos de los objetos más íntimos pero característicos del autor modernista y creador del Esperpento.
Así, en el museo sito en la Torre de Bermúdez de la localidad coruñesa donde residió durante distintas épocas de su vida lucen ya objetos tan personales y característicos "como su chapeu, sus gafas y sus famosos botines, además de uno de sus trajes aunque habrá más, y un disco de pizarra con su propia voz grabado en la primera época de la radio española", nos cuenta Antonio González Millán, director de este museo que presume de que "todos los elementos son originales y no copias" y orgulloso de que se sumen ahora elementos "como el positivado de su mano y de su rostro tomados tras su fallecimiento, en una costumbre habitual en aquellos tiempos de retratar a los fallecidos" y que se están recomponiendo, además de piezas excepcionales "como un moai en madera que se trajo de su viaje a Chile, además del comedor completo y escritorio que Valle-Inclán tuvo en el propio pazo da Mercé de A Pobra".
A lo que se sumará, aunque para ello habrá que habilitar nuevos espacios "ya que el que hay en el actual museo hace tiempo que está agotado", la biblioteca personal de consulta de Valle-Inclán, con ejemplares en los que aparecen apuntes y notas del propio autor, "además de la colección de libros dedicados que recibió de la intelectualidad universal de la época, desde Rubén Darío a Azorín y otros muchos autores de su generación".
Y que se pretende poner en parte "a disposición del público", aunque la idea es poder digitalizar todos los documentos y que puedan convertir así a A Pobra do Caramiñal y a Galicia "en el centro de estudios valleinclanescos que quieren sus herederos, cumpliendo además con el deseo de Don Carlos y Doña Mercedes", cuenta Antonio Gnzález Millán, en referencia a los padres del actual heredero de este legado, Joaquín del Valle-Inclán y que fueron artífices de la búsqueda, recopilación y guardado de todo este patrimonio que ahora se cede para el disfrute de todos los amantes de la figura y obra del genial escritor gallego de la Generación del 98.