¿Por qué hay pocos grelos este año en Galicia?

¿Qué ha pasado este año con los grelos en Galicia? Es una de las preguntas de quien gusta de disfrutar de esta verdura y le cuesta encontrarla más que otros años.

Le trasladamos la cuestión a los productores y nos señalan que, este año, la producción va a ser escasa. ¿El motivo? El tiempo. Hemos tenido temperaturas elevadas y lluvias prolongadas. Nos lo explica Miguel Navarro, un productor que lleva diez años con su huerta ecológica en Vedra: “La planta de la nabiza que da el grelo necesita invierno, temperaturas frescas. La planta quedó muy amarillenta, digamos. No tuvo las horas de frío que necesita para desarrollarse con normalidad”. Así que la producción se ha quedado en la mitad de lo que suele ser un año normal.

Miguel asegura que él ya lo ha notado y que, en su caso, mantiene estables los precios por su forma de trabajar. Pero en el mercado ha percibido subidas de un 50% en el precio.

En el Mercado de Abastos de Santiago, con todo, en las últimas horas hemos encontrado manojos de grelos de Padrón a 3 euros o grelos de A Estrada a 3.60 euros. Es verdad que hay menos que otros años, nos reconocen también los productores que se dan cita en la plaza compostelana, pero de precio los están intentando mantener sin grandes sustos.

Altas temperaturas y humedad elevada, las dos cosas, argumenta, son letales para este tipo de cultivos. Lo mismo ocurrió con la coliflor en Navidad: “había poca y mucha era de fuera de Galicia”.

Lo que nota quien trabaja en la tierra es que cada año aumenta la variabilidad climática: “Tenemos cierta dificultad para predecir o programar los cultivos porque sí que notamos mucha variabilidad. En los últimos cinco, seis, siete años, dentro de esa variabilidad hay variaciones bastante extremas”. Miguel Navarro insiste en que en los últimos años hay más periodos de lluvia prolongados y las épocas de sequías también son intensas.

LOS GRELOS EN GALICIA, UN ALIMENTO MUY POPULAR

En Galicia han arrancado las celebraciones del Carnaval y además de dentro de un cocido, los grelos forman parte de cualquier mesa de invierno como el caldo o el pote gallego. Además, esta hortaliza tan presente en la despensa autonómica, es también popular en la cultura y la protagonista de fiestas gastronómicas.

Según informa la indicación geográfica protegida “Grelos de Galicia”, “los indicios más antiguos del cultivo de las brassicas en nuestra tierra —o lo que es lo mismo, berzas, coles, repollos y nabo— datan del 3.000 a.C. En aquellos momentos, el grelo aparece como un elemento clave para la rotación de cultivos. Tenemos constancia de su incorporación a este sistema ya en el siglo XIII a través de diversos documentos forales y de compra-venta. Otras fuentes posteriores, como el Archivo General de Simancas —siglo XVI— o el Catastro del Marqués de la Ensenada —siglo XVIII—, recogen también su importancia en la rotación, generalmente con la alternancia: cereal de verano – nabos – cereal de invierno”.

Presentan un sabor ligeramente ácido y de gran valor nutricional. Son ricos en calcio, vitamina C y propiedades antioxidantes, además de ácido fólico.