Tania, voluntaria en Cáritas de Santiago: "aquí encontré mi vocación como educadora social"

Campaña de recogida de juguetes de Navidad, clases extraescolares de apoyo durante el curso, actividades de ocio, campamentos de verano... son algunas de las iniciativas que desde hace años pone en marcha Cáritas y que no serían posibles sin manos voluntarias. Cáritas Interparroquial de Santiago cuenta en estos momentos con unas 200 personas que donan su tiempo para ayudar a los demás de forma desinteresada: unas 150 son gente joven, pero también hay manos solidarias de más de 80 años que suman muchos trienios de colaboración.

Y el ejemplo cala: nos lo cuenta Tania. Ella empezó participando cuando era niña, así que sabe de primera mano lo importante que es esta labor, y ha decidido coger el testigo... e incluso conducir su labor profesional siguiendo el ejemplo que encontró en la ong de la Iglesia: "yo de hecho supe que quería estudiar Educación Social por monitores míos, cuando era niña tuve gente como ahora yo... y al final me sirvieron de ejemplo para saber qué quería hacer en mi vida". También Sofía lleva varios años colaborando como monitora voluntaria después de haber sido beneficiaria de programas como "Ventureiros", que ofrece alternativas de ocio y tiempo libre para adolescentes de entre 14 y 17 años. "Aporta mucho... experiencia, un espacio de sociabilidad, vivencias que puedes trasladar a otros ámbitos de la vida, un espacio de conexión".

Noelia es otra de las coordinadoras de la campaña de Navidad este año. Cáritas fue su primer paso en la formación como monitora y casi sin pensar... se ha quedado enganchada al proyecto: además de las propias actividades, dice que lo que más le gusta es " sentir que conectas con los chavales, que eres un apoyo, una vía de escape para ellos, para escucharles, para que se diviertan y que sean niños". Y añade: "estoy encantada".

También hay quien llega al voluntariado en la etapa universitaria y lo que empieza como una colaboración a cambio de horas lectivas se convierte en una reafirmación de la vocación docente. Le ha pasado a Mónica, futura profe de Primaria: "estuve durante el curso una vez a la semana dando clases de apoyo, después en verano ayudé en un campamento de verano de pernocta y ahora estoy en Ventureiros, pero nunca antes había tenido relación con el voluntariado". "Fue la primera interacción que tuve con el ámbito de la docencia, de que sí que me gustaba ser profe", asegura.

EN LA CAMPAÑA DE NAVIDAD, CON MÁS ILUSIÓN QUE LOS PROPIOS NIÑOS

A Tania, Noelia, Sofía y Mónica las encontramos junto a una montaña de coches de bomberos, muñecas, puzzles, juegos de manualidades... Es una de las aportaciones que llega, en este caso de la mano de la Fundación Abanca, para la Campaña de Navidad de Cáritas. La interparroquial de Santiago se propuso conseguir que ninguna de las 300 familias con las que trabaja en la capital de Galicia quede sin alguna de las sorpresas que han pedido los peques de la casa en sus cartas. Carlos Juiz, el director de la institución, está encantado con la respuesta que han recibido un año más, y con regalos a estrenar: "los juguetes viejos, aunque pensemos que están bien... a un niño hay que darle algo que esté nuevo, la dignidad es muy importante", subraya. Y reconoce que está tan ilusionado él como los pequeños: "verle la cariña a los niños, también a todos los "pajes" que nos vienen a ayudar... eso es impagable!"

Algunas entidades colaboradoras incluso han preguntado a Cáritas por los regalos más difíciles de conseguir, para que por ejemplo también los adolescentes tengan su sorpresa. "Tenemos altavoces, auriculares, algún reloj inteligente, planchas del pelo, secadores y máquinas de afeitar también... porque a los jóvenes también les hace ilusión recibir un regalo" explica Noelia

Unos cincuenta voluntarios de Cáritas se encargan estos días de revisar las cartas que les han remitido las familias, para encontrar entre todas las donaciones recibidas, al menos uno de los regalos que piden peques y adolescentes. Entre las manos voluntarias hay mucha gente muy joven también, como nos contaba Tania: "los que están en el programa de Ventureiros siempre tienen como una sensibilidad especial, se puede ver en ellos que se emocionan, que entienden, que comprenden...Se genera una empatía que igual no tienen otros niños de su misma edad, que se preocupan de cosas más banales". Tania asegura que todas las cartas que remiten los niños emocionan, porque "al final, eres tú como la persona que les va a proporcionar esa ilusión, todas te dejan un pellizquito, quizás sobre todo, las de los más pequeños, que lo viven con más ilusión"

Una vez estén clasificados los paquetes, los pajes de Cáritas se los entregan a las familias para que en cada hogar, se complete la magia.