Los gallegos ante el 18-F
Aser, hostelero en Lugo: "Los políticos deberían ofrecer más armas para que la gente se quede aquí"
El gerente de A Laxa, un mesón situado en la zona norte de la ciudad de Lugo, ha apostado por un modelo de negocio atractivo para los clientes y amable para los trabajadores
Lugo - Publicado el - Actualizado
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Aser Blanco Castro lo tenía claro desde hace tiempo, pero la pandemia facilitó el "clic" necesario para hacerlo realidad. Estaba cansado del modelo de negocio de la hostelería tradicional, donde casi siempre ganan los maratonianos, los trileros y los tramposos al solitario. Y estaba convencido de que quería algo diferente para su establecimiento.
A Laxa es un mesón situado en la zona norte de la ciudad de Lugo, en el barrio de San Antonio. En el cartel del local aparece aún el epígrafe "raxería", pero Aser asegura que ahora el calificativo más adecuado sería el de "restaurante". Lo otro llevaba a múltiples interpretaciones, y había que estar a los vinos, a las raciones, a las copas... y no daban abasto.
Cambio de filosofía tras la pandemia
Fue hace unos seis meses cuando el gerente de A Laxa se atrevió, por fin, a dar el paso. Un paso que implicaba un cambio de filosofía y un cambio de visión empresarial.
Fue precisamente en los años más duros de la pandemia, que supuso un golpe económico brutal para la hostelería, cuando Aser se dio cuenta de que algo fallaba. Esos meses le sirvieron para aprender a valorar la vida. Porque es necesario trabajar, por supuesto, pero también es necesario tener tiempo para disfrutar.
Mucho se ha hablado en los últimos años de la dificultad del sector de la hostelería para encontrar mano de obra, especialmente en lo que se refiere a una plantilla estable. Y lo cierto es que, si nos fijamos en las condiciones precarias del modelo tradicional, la mayoría de ofertas de trabajo resultan "poco apetitosas", nunca mejor dicho. Jornadas abusivas, pocos días libres, horas extra no aseguradas...
Trabajar cuatro días, descansar tres
Por todos estos motivos, Aser tenía claro que era necesario cambiar.
Cambiar a una hostelería más especializada, apostando por la calidad de los buenos productos de la tierra, con carnes de explotaciones locales y pescados frescos según mercado.
Cambiar a una hostelería más amable para los trabajadores, que ahora trabajan cuatro días a la semana y descansan tres, siempre los mismos y sin desagradables sorpresas de última hora.
Cambiar, sorprendentemente, a una hostelería más rentable, mejorando la facturación del negocio a pesar de los cambios y después de pasar una época de crisis.
Las administraciones, al pie del cañón
De ese tiempo de pandemia complicado, Aser agradece el apoyo de todas las administraciones, desde la local hasta la estatal, y el trabajo de las personas que estuvieron al pie del cañón para que no se fuera todo a pique.
De hecho, el propio presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, recordaba durante una reunión con hosteleros de Lugo celebrada hace unas semanas que en 2020 hubo que hacer frente a una situación crítica, en la que hubo grandes discusiones pero también acuerdos importantes para poder ayudar a quienes estaban pasando una situación muy complicada.
El propio Rueda reconocío que "cuando todo pasó, cuando todo comenzó a mejorar, la hostelería también levantó cabeza y fue uno de los motores para volver a nuestra vida anterior", pero con algunos cambios.
"Aprendimos algunas cosas que espero que no olvidemos. Cambiaron algunos hábitos y formas de hacer las cosas, para bien", indicó el presidente de la Xunta, quien también destacó que "nos pusimos mucho más en valor, nos dimos cuenta de lo que significa vivir aquí, cómo nos ven desde fuera y cómo nos buscan", algo en lo que coincide totalmente con el gerente del mesón A Laxa.
Promocionar lo bueno que tenemos
Con respecto a lo que le pide a quien esté al frente del gobierno autonómico tras la cita electoral del 18 de febrero, Aser reitera, precisamente, la importancia de promocionar todo lo bueno que tenemos: una gastronomía de calidad, unas ciudades amables y un enorme patrimonio cultural y humano.
Todo eso ayudará a que nos conozcan más y a que nuestros jóvenes apuesten por quedarse aquí.