Un informe de CHMS complica la implantación de la planta de biometano a la que se oponen en Lugo
El organismo de cuenca recuerda que los vertidos de esas instalaciones van a un regato -que desemboca en el Miño- que se queda prácticamente sin agua en verano
Lugo - Publicado el - Actualizado
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Un informe sectorial elaborado por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) sobre los vertidos de la propia instalación proyectada en un monte vecinal de Coeses, en el municipio de Lugo, complica la implantación de la planta de biometano a la que se oponen los residentes, la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos e incluso los partidos políticos con representación en la corporación local.
Sin embargo, ese informe negativo no es, ni mucho menos, el final del camino. Todavía queda mucha tela por cortar. Fuentes de la propia Confederación Hidrográfica precisaron que el procedimiento todavía “está abierto” y ese documento no es más que uno de los solicitados por la administración encargada de realizar la evaluación de impacto ambiental de esa planta de biometano, que es la Xunta de Galicia.
Es la administración autonómica la que tiene la última palabra en cuanto a la evaluación ambiental de la planta y el Ayuntamiento de Lugo quien tiene que otorgar la correspondiente licencia municipal.
UN PROBLEMA CON LOS VERTIDOS
Esos mismos informadores precisaron que ese informe elaborado por los técnicos del organismo de cuenca pone de manifiesto lo “complicadísima” que sería la gestión de los vertidos que realizaría esa planta a un regato que, a su vez, desemboca en el río Miño.
Uno de los problemas que aprecian es que ese arroyo se queda “prácticamente sin agua en verano”, de modo que prácticamente “no hay posibilidades de dilución”.
En todo caso, también precisan que los promotores del proyecto aún están a tiempo de introducir medidas correctoras y, en último caso, es la Xunta de Galicia la que tiene que tomar una determinación sobre el impacto ambiental de esas instalaciones, como autoridad competente en la materia.
POSTURA DE LA XUNTA Y DEL AYUNTAMIENTO
Vecinos de Coeses y de otras parroquias del municipio de Lugo afectadas por la posible implantación de una planta de biometano se concentraron este martes ante la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia en la capital lucense para expresar su oposición a este proyecto, coincidiendo con la visita del presidente gallego, Alfonso Rueda, para reunirse con la alcaldesa, Paula Alvarellos.
Este asunto también salió en la reunión que mantuvieron Rueda y Alvarellos. La alcaldesa, después de ese encuentro entre ambos, recordó que la planta de biometano estaría a unos “cuatro kilómetros en línea recta de la ciudad”.
A su juicio, “no se puede priorizar el interés privado sobre el interés público”. Recordó, además, que “Lugo es muy grande” y puede haber “otros sitios” más adecuados para la implantación de una planta de esas características.
En cuanto al margen de actuación que tiene el propio Ayuntamiento, recordó que los promotores de la planta ya presentaron solicitud de licencia una vez y les fue “denegada”. En todo caso, también reconoció que si la Declaración de Impacto Ambiental, que tiene que tramitar la Xunta, fuese positiva, la concesión de la “licencia es un acto reglado”.
Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia recordó que el proyecto de la futura planta de biometano está en el proceso de “evaluación técnica”.
“Es nuestra obligación”, recordó Rueda, “evaluar” esa iniciativa industrial desde “el punto de vista ambiental”, pero también dejó claro que, aunque “hay protestas vecinales”, si esos “informes son positivos”, la “Xunta de Galicia tiene que cumplir con su obligación”.