Lugo autoriza una central térmica de biomasa en O Ceao para suministrar agua caliente a la ciudad

El gobierno local de Lugo ha informado de que este jueves autorizará la construcción en el polígono industrial de O Ceao de un edificio que albergará una central térmica, que empleará fuentes renovables -biomasa y energía solar de concentración-, para producir agua caliente, tanto para calefacciones como de uso sanitario, y que dará servicio a edificios residenciales, centros educativos, sanitarios y administrativos.

Según la información facilitada por el gobierno local, la creación de esta infraestructura supondrá una inversión por parte de la empresa promotora de 860.276 euros, con un plazo de ejecución de 24 meses.

Esa infraestructura, que posteriormente será completada con una red de distribución urbana en la Avenida Benigno Rivera, contempla instalación de cuatro calderas de biomasa y dos de gas natural, sobre una parcela de 2.204 metros cuadrados.

Este proyecto empresarial será desarrollado en el marco del protocolo de colaboración firmado por el gobierno local de Lugo con la compañía DH Eco Energías -promotora de la planta térmica- y permitirá creación de “una red de distrito, que se planteará en fases y de forma modular, para que se puedan ir conectando a ella, progresivamente, los inmuebles que lo deseen”.

Comunidades energéticas locales

“Actualmente, ya se considera que las comunidades energéticas locales son un alternativa eficiente, dado que mejoran la calidad de vida en el sector residencial y en los equipamientos dotacionales públicos, al tiempo que suponen un impulso a sistemas de climatización más eficaces, dado que permiten reducir la emisión de gases invernadero mediante la utilización de sistemas centralizados de nueva generación, que favorecen un mejor uso de los consumos de energía”, dijo el gobierno local

De esa forma, dijo, los vecinos podrán disponer de “calefacción y agua caliente en sus domicilios sin necesidad de instalaciones particulares para el abastecimiento de energía”, lo que implica una “reducción de costes”.

“Solo se pagará por el consumo, que es hasta un 20% más barato que el de los sistemas actuales”, indicó.