Un informático ribadense desarrolla un proyecto educativo de robótica para la España Vaciada
Álvaro Martínez tiene 26 años, es ingeniero informático y actualmente vive en Valencia
Lugo - Publicado el - Actualizado
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El ribadense Álvaro Martínez Fernández, de 26 años de edad e ingeniero informático especializado en robótica, está participando en el desarrollo de Ruralbotic, un proyecto educativo de robótica destinado a los jóvenes de la España vaciada.
Álvaro Martínez, que actualmente vive en Valencia y trabaja en una empresa de robótica, concursó en diversas ediciones de los Desafios AstiChallenge (competición para desarrollar el talento STEM), consiguiendo la victoria en todas sus participaciones.
En 2021 sorprendió al jurado con un robot que tenía unas dimensiones mínimas, sencillez en el diseño, amplia versatilidad, excelente rendimiento y un coste reducido, lo que hacía posible su adaptación para múltiples aplicaciones.
Después del concurso, la presidenta de la Fundación Asti, Verónica Pascual Boé le propuso a Álvaro Martínez un proyecto para la educación en robótica entre los jóvenes de la 'España vaciada'. Así nació Ruralbotic, que se lleva a cabo gracias también a la colaboración de Roberto Ranz (Fundación Asti), Javier Marín (Fundación La Caixa Castilla y León) y Álvaro Martínez (Eo/tec), según informaron sus promotores.
“Ruralbotic es un proyecto motivado por las condiciones que tiene el robot que presenté en el torneo de robótica. Se me propuso adaptarlo para que niños y niñas más pequeños puedan aprender robótica e incluso poder llegar a competir en el AstiChallenge del año siguiente”, explica el propio Álvaro Martínez.
Este ingeniero informático cuenta que “una vez que el objetivo del proyecto estaba claro, había que centrarse en el cómo”.
RURALBOTIC
“Tras meses de trabajo, desarrollé un kit de robótica a medida y un programa informático que permitirá a los alumnos poder programar por bloques este kit, que consta de un mando y un robot móvil. El mando tiene varios botones y sensores que servirán para que los niños empiecen a familiarizarse con la tecnología y den sus primeros pasos con la programación. Además, este mando servirá para mandar órdenes al robot móvil”, aclaró.
El robot es, en realidad, una adaptación del último presentado por Álvaro Martínez al AstiChallenge.
Álvaro Martínez subraya que “el proyecto en su primer año ha llegado hasta 10 centros rurales agrupados de la provincia de Burgos y ha sido utilizado por alrededor de 150 alumnos”.
“Para que esto fuese posible, el programa se dividió en tres etapas. En la primera, se les presentó el kit a los profesores de los diferentes centros que iban a impartir la asignatura en su colegio. Se les impartieron clases presenciales y online donde se les enseñó cómo se utilizaba el mando y el robot. También se les dio la planificación de ejercicios para que sus alumnos fueran aprendiendo poco a poco”, precisó.
La última etapa estaba centrada en una competición entre los diferentes colegios que participaron en el programa. Se enfrentaron a tres pruebas diferentes: seguir una línea, dirigir el robot por un circuito y hacer una figura en el suelo. “Para ello los equipos tuvieron un mes para preparar las pruebas”, aclaró el ingeniero ribadense.
EL PROYECTO SIGUE
El pasado 7 de mayo tuvo lugar en el Museo de la Evolución Humana de Burgos el AstiChallenge 2022 y paralelamente se desarrolló la competición del programa Ruralbotic. Alrededor de 120 niños de 10 centros diferentes, que formaban 19 equipos, compitieron con el kit desarrollado por Álvaro Martínez en igualdad de condiciones.
Para Álvaro Martínez “fue una experiencia espectacular, ver como chavales de hasta 12 años competían y luchaban por superar constantemente los objetivos. Esto nos demuestra que el proyecto es un gran acierto y una gran oportunidad para todos los niños y jóvenes que no tienen acceso a ese tipo de conocimientos”.
Una vez superado la prueba piloto con total éxito, el equipo de Ruralbotic (Fundación Asti, Fundación La Caixa y Álvaro Martínez-Eo/tec) busca expandir este programa a 3 provincias castellanas más y poder llegar a más de 250 niños en este segundo año.
Aunque este proyecto haya empezado en la provincia de Burgos, Álvaro Martínez ha dejado claro que quiere llevar este tipo de programas (tanto para colegios como para institutos) hasta Ribadeo, su pueblo natal, y los municipios de alrededor.