Un estudio del Campus Terra sobre la percepción social del lobo aconseja gestión y más ayudas

El estudio se centró en la realidad asturiana, donde prácticamente se ha duplicado el número de manadas en las últimas décadas

El estudio fue realizado con la colaboración de la Escola Politécnica de Lugo

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

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Un informe técnico sobre la percepción social del lobo, elaborado por investigadores de la Escola Politécnica Superior de Enxeñaría del Campus Terra da USC, en colaboración con el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot) da Universidade de Oviedo, revela que existen un sentimiento mayoritario en la población del Principado de Asturias a favor de la aplicación de planes de gestión específicos para controlar y conservar esta especie en cada territorio.

Asimismo, considera “escasas, cuando no insuficientes” las “indemnizaciones por los daños que provoca” este animal “en las reses de ganadería extensiva que se encuentran en el monte”, según la información difundida por la propia Universidade de Santiago de Compostela.

Este estudio científico, firmado en primer término por el investigador Andrés Osoro Corsino -graduado en Ingeniería Agraria y Agroalimentaria e Ingeniería Forestal y del Medio Natural-, ha contado con la participación de los profesores de la Escola Politécnica Superior de Lugo, Ibán Vázquez González y César Pérez Cruzado, así como del catedrático de Zoología Carlos Nores.

En realidad, ese estudio ahonda en la percepción social, tanto de la población urbana como rural, con respecto a la gestión de la población de lobo ibérico, después de que esta especie fuese incluida, a finales de 2021, en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE).

REALIDAD ASTURIANA

En este estudio, centrado en la realidad asturiana y en la percepción social existente en la región sobre el lobo, se han analizado las respuestas recibidas por casi 350 participantes, que contestaron a un amplio cuestionario sobre el conflicto que genera la convivencia con esta especie.

Frente al progresivo incremento de la población de lobo ibérico en Asturias, donde se ha pasado de 21 manadas a 41 en las últimas décadas, y a raíz de los daños económicos cada vez mayores que provoca, los autores de este estudio subrayan que la inclusión de esta especie en el LESRPE “compromete el futuro de la ganadería en régimen extensivo”, ante la “imposibilidad de adoptar ninguna medida para controlar las poblaciones”.

El investigador principal, Andrés Osoro, subraya que la radiografía obtenida sobre la situación del lobo en Asturias no se puede aplicar a Galicia, por la diferencia que existe entre los sistemas de producción de ganadería existentes en cada región.

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