¿Por qué tienen miedo a cruzar la calle los vecinos de un barrio de Lugo?: "Esta carretera es una guillotina"

Los vecinos de Castelo, en el municipio de Lugo, viven con miedo a causa de la falta de medidas de seguridad en la carretera que parte en dos este barrio, ubicado en la salida de la ciudad hacia A Fonsagrada, porque los “coches pasan a toda pastilla” y no hay ni siquiera “un paso de peatones” para pasar de un lado a otro de la vía, que se ha convertido “en una guillotina”. 

Los vecinos han iniciado ya una campaña de movilizaciones para que la Xunta de Galicia, titular de la carretera que comunica Lugo con A Fonsagrada, la LU-530, realice las mejoras necesarias para garantizar su seguridad, habida cuenta de que la intensidad media diaria del tráfico es de unos 10.311 vehículos en esa vía a su paso por el barrio de Castelo.

Montse Vila, que vive en Castelo, dice que “no hay ni un triste paso de peatones” para “cruzar una carretera que divide el barrio en dos”, a pesar de que los vecinos tienen que cruzarla de forma frecuente. “Muchos vecinos la cruzan a diario para ir a sus fincas, también para ir a la iglesia” o a casa de otros residentes.

"tirarse al asfalto y gritar ¡BAnzai!"

“Hay que tirarse al asfalto y gritar ¡Banzai!”, dijo esta vecina, porque “los coches pasan a toda pastilla”.

De hecho, la velocidad máxima permitida en ese tramo de carretera “ha bajado de 70 a 50”, pero esa circunstancia no le da ninguna confianza a los vecinos, porque “los conductores tienen que hacer un frenazo brusco después de una larga recta, de un kilómetro”, de modo que muchas veces pasan una velocidad superior a la establecida.

“Esta carretera es una guillotina. Frecuentemente mueren perros y gatos”, explica Montse Vila, quien teme, al igual que otros vecinos, que cualquier día haya que lamentar también una desgracia personal.

En cuanto a sus reclamaciones, asegura que son sencillas, casi de sentido común. Básicamente, que se habiliten unos pasos de peatones debidamente señalizados, en condiciones de seguridad, y que se construya un tramo de acera.

“Muchas veces para ir de un lugar a otro del barrio tenemos que ir campo a través o jugándonos la vida al borde de la carretera”, lamentó.