Pito, pito gorgorito, quién se queda hoy sin sitio: alumnos de varias parroquias de Vilalba (Lugo) no pueden usar el bus porque no hay plazas suficientes

Familias de varias parroquias rurales del municipio de Vilalba, en concreto de San Simón da Costa, Vilapedre y Lanzós, se están encontrando en este inicio de curso con un problema inesperado. Sus hijos, chavales que cursan Bachillerato o Formación Profesional en los institutos de la capital municipal, en el IES Basanta Silva o el IES Lois Peña Novo, no siempre pueden hacer uso del transporte escolar para acudir a clases, porque el bus que tendría que recogerlos “no tiene sitio suficiente para todos”. 

Cristina, como otros padres, ha tenido que hacer frente a este problema desde que comenzó el curso. Vive en la parroquia de Lanzós y su hijo cursa Bachillerato. La posibilidad de subirse al transporte público para llegar a tiempo a sus clases se ha convertido en una lotería, porque no siempre hay asientos libres en el vehículo.

“Hasta este año estaba en la ESO y no había ningún problema”, precisa. Sin embargo, las circunstancias han cambiado. “Realiza la ruta una furgoneta con 8 asientos, en la que van niños de la ESO, FP y BAC”, aclara. “Además es una ruta integrada, de modo que podría hacer uso de la misma cualquier usuario”.

Sucede que “de los ocho asientos, seis van ocupados con niños de la ESO, de modo que, en este momento, quedan libres solo dos plazas para seis niños”.

de momento, sin solución

“Ya nos quejamos, pero de momento el problema no ha sido resuelto. Lo que nos han dicho es que está dentro de la legalidad, porque la empresa que presta el servicio solo tiene que cubrir las plazas de la ESO y una a mayores”, lamenta Cristina.

“Cuando no van todos, queda algún hueco”, cuenta, pero “si no”, son los padres los que se “turnan” para ir recogerlos.

En realidad, no les queda más remedio, aunque suponer para ellos un verdadero engorro. “Nos turnamos, pero vivimos en el rural y trabajamos casi todos fuera”, añade, de modo que a veces tienen hacer encaje de bolillos para poder cuadrar los horarios.

“Hay otras rutas en las que hay sitio de sobra, porque los buses son más grandes, pero en la nuestra está sucediendo esto”, lamenta.