La UGT espera reunir a mil personas ante Sargadelos contra la persecución sindical

Lugo, 22 de noviembre.- La UGT ha convocado para mañana una manifestación ante la fábrica de cerámica de Sargadelos, en el municipio lucense de Cervo, para expresar su “repulsa” a lo que califica como una “situación de persecución sindical” por parte del gerente de la empresa y en solidaridad con la delegada sindical Rogelia Mariña -revocada por sus compañeros- y con los trabajadores despedidos.

Según informó hoy el sindicato, la manifestación partirá a las 13:30 horas de Cervo para llegar a Sargadelos, donde está prevista una concentración a las puertas de la fábrica.

A la cabeza de la manifestación estarán los secretarios generales de la UGT, Pepe Álvarez; UGT-Galicia, José Antonio Gómez; FICA-UGT, Pedro Hojas; FICA-Galicia, Javier Carreiro; y UGT-Lugo-Lemos-Costa, Ángel Tomé; además de participar otros miembrosde las comisiones ejecutivas confederales, del sindicato en Galicia y de diversas federaciones, tanto gallegas como estatales.

Habrá también presencia de delegados sindicales de distintas uniones comarcales y uniones territoriales del resto del estado.

A mayores, partirán autobuses de varias de las sedes que la UGT tiene en Galicia, con el objetivo de facilitar la participación en esa manifestación de los delegados del sindicato en toda la comunidad autónoma.

La UGT quiere denunciar con esta manifestación “la situación en la que se encuentra Sargadelos, una empresa que forma parte de la historia de Galicia” y que “hoy está en manos de un empresario que impone dudosas prácticas laborales e actúa bajo criterios y con actitudes apartadas de cualquier principio laboral en una sociedad democrática”.

“Con la entrada del actual administrador único de Sargadelos, que accede después de un largo período de crisis en la fábrica, todo cambió. Del diálogo y la negociación se pasó al menosprecio, la obstrucción de la labor sindical y la persecución” a delegados como “Rogelia Mariña, que lleva 44 años en la empresa y 30 siendo la cara visible de la UGT en la factoría”.

El sindicato asegura que su delegada tuvo que “sufrir imposiciones unilaterales de sanciones” y que el empresario “utilizó todos los medios posibles para amedrentarla”, hasta el punto de que “inició un proceso de despido de trabajadores” y amenazó con cerrar la empresa si Rogelia Mariña no era recusada por sus compañeros.

Según la UGT fue “el miedo a la pérdida del trabajo lo que llevó a buena parte de sus compañeros a firmar un bochornoso documento”.

Se da la circunstancia de que el Juzgado de lo Social número 2 de Lugo desestimó la demanda interpuesta por la UGT y Rogelia Mariña contra la empresa de cerámica y su administrador, Segismundo García, por vulneración del derecho a la libertad sindical.

La UGT presentó la demanda tras la comunicación de despido de 49 empleados con efecto inmediato que realizó el dueño de Sargadelos el pasado 17 de agosto.

Según considera probado la propia sentencia el administrador llegó a decir que no quería que “nadie” se sintiese “explotado, según el léxico sindical” empleado por la UGT.

Tres días después, un grupo de trabajadores recogió firmas para solicitar la dimisión de la demandante como representante sindical, habida cuenta de que las relaciones entre la empleada y el socio mayoritario de Sargadelos no eran buenas, pues ya la había despedido en 2016 y se había visto en la obligación de readmitirla en febrero de 2018 por sentencia judicial.

Finalmente, el 12 de septiembre se celebró una asamblea, en la que intervino el propietario de la empresa y, dos días después, la sindicalista fue revocada de su cargo.

El juez indica en el fallo que las críticas vertidas por el socio mayoritario de la compañía en esa reunión contra la sindicalista están amparadas por su derecho a la libertad de expresión, porque “son críticas y denuncias dirigidas a los trabajadores acerca del funcionamiento de un sindicato y una representante del mismo”.

En cuanto a la grabación aportada por la UGT de la asamblea, el juez señala que el administrador no reconoció su voz y que no puede servir de prueba en su contra porque “se desconoce quién realizó la grabación y, en consecuencia, dar veracidad de la misma”.

Además, resalta que “ninguno de los testigos reconoce las expresiones allí vertidas y leídas por el letrado de UGT en el acto del juicio”.