Acaba el curso... ¿Qué hacemos con los niños en Lugo? ¡Abuelos y campamentos al rescate!
Este viernes 21 de junio termina el período lectivo, por lo que padres y madres buscan soluciones para conciliar la vida familiar con las obligaciones laborales
Lugo - Publicado el - Actualizado
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Lugo no es una ciudad madrugadora. Poco antes de las siete de la mañana, cuando algunos salimos de casa hacia el trabajo, hay luces encendidas que iluminan a retales las fachadas de los edificios, una aquí y otra allá, pero por la calle no circulan demasiados vehículos, se ve a poca gente caminando por las aceras y la inmensa mayoría de los establecimientos están todavía cerrados. Los biorritmos urbanos se activan un poco más tarde. Normalmente, eso ocurre unos minutos antes de las nueve.
De repente, se forman colas de vehículos en los semáforos de las calles más transitadas y un montón de personas se desplazan a grandes zancadas por los andenes reservados para los peatones. Parece que todo el mundo se pone de acuerdo para movilizarse al toque de una corneta invisible. Hay que llevar a los niños al colegio y presentarse, a ser posible, antes de que suene el timbre de entrada. Queda muy feo eso de llegar tarde a clase.
Todo cambia a partir de hoy. De algún modo, aunque el tiempo no acompañe, el verano comienza cuando los niños acaban el curso. Aunque es cierto que ya queda menos para el inicio del siguiente, tienen por delante más de mes y medio de vacaciones. Ellos se adaptan con relativa facilidad a sus nuevas circunstancias. En las familias, en cambio, tenemos que hacer encaje de bolillos para conseguir la conciliación de nuestras obligaciones laborales con el deber ineludible de cuidar de nuestra prole.
Organizarse para el verano
Estos días se habla a la salida de los colegios, en los parques y en aquellos otros muchos lugares donde los niños se reúnen por las tardes, de los planes que hacen los padres para este verano que acabamos de estrenar. Se trata de organizar la intendencia en casa y buscar campamentos o alternativas que cubran todas esas horas que los niños tienen libres a partir hoy mismo.
Acostumbrados a correr para que los niños lleguen al colegio a tiempo con sus cosas en orden, para ir a recogerlos, para llevarlos a actividades y para ayudarlos con sus tareas, debemos atender ahora a la necesidad de organizar racionalmente el tiempo durante los meses de verano, para ocuparnos de su cuidado y evitar el caos más absoluto en casa.
Tal y como está el panorama, para muchas familias prescindir de un sueldo no es, ni mucho menos, una opción. A los padres nos toca seguir remando. Afortunadamente, algunas familias cuentan con la ayuda de los abuelos. Los campamentos de verano también se están convirtiendo en un clásico.