Nuevos guardarraíles para la Carretera da Marosa a fuerza de tirar de las orejas a la Diputación

Era un clamor, los guardarraíles rotos y oxidados de la carretera que une Burela y Cervo por la Costa, conocida como Carretera da Marosa.

Han sido múltiples las llamadas de atención de vecinos, motoristas, ciclistas y usuarios para que se cambiaran. Quejas, concentraciones y protestas varias a pie de asfalto, marchas y muchos escritos enviados a la Diputación de Lugo.

Esos guardarraíles tenían algunzas zonas especialmente peligrosas con soportes punzantes al descubierto que podían provocar un accidente mortal.

Por fin lo han conseguido y lo celebran. Se acaban de renovar. Pero fue necesario tomar alguna medida drástica, como abordar al propio presidente de la Diputación, José Tomé -encargado de la delegación de Vías y Obras- en un acto público para mostrarle la foto del penoso estado de los guardarríles.

Queda mucho por hacer

Ahora que han conseguido esta mejora, reivindican las siguientes, que son tan necesarias como aquella. Mejorar la visibilidad y también el firme, pues es una carretera llena de curvas, oscura y con grandes baches que la convierten en una trampa para los conductores o viandantes.

Según explica la vecina de Burela, Ana Amat ,un grupo de personas se dedicó a limpiar la maleza de los márgenes de la vía para reducir la peligrosidad. Saben que no es compentecia de ellos pero no les duele hacerlo si es por el bien de los usuarios.

Ahora vuelven a pedir a las administraciones pertinentes, Diputación y Ayuntamientos, que se encarguen del arreglo del asfalto, la iluminación y el acondicionamiento del entorno.