El enemigo invisible que causa cáncer de pulmón en Galicia: "Es inodoro, incoloro e insípido"

Lo primero que debemos hacer si queremos reducir el riesgo de sufrir un cáncer de pulmón está en nuestra mano: no fumar. Dicho esto, este tipo de cáncer se puede producir debido a otros factores y ahí es donde entra en juego un enemigo completamente invisible: el gas radón.

¿qué es el gas radón?

Es un gas inodoro, insípido e incoloro. Imperceptible al ser humano. Y, además, es un gas que se produce de manera natural. No podemos evitarlo, pero sí podemos hacer algo para que no nos afecte tanto a nuestra salud.

Alberto Ruano es Catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Santiago (USC) y director del laboratorio de gas radón de Galicia. Nos explica que Galicia es la comunidad más afectada de España. El 70% del mapa gallego está pintado en rojo por los elevados niveles de gas radón, son concentraciones peligrosas. Ferrol es la única ciudad en amarillo, A Coruña y Lugo en naranja, el resto de ciudades gallegas, en rojo.

Para saber si hay mucho gas en nuestra vivienda o puesto de trabajo hay que medirlo a través de un laboratorio homologado. Ruano nos explica el procedimiento: "Se coloca un detector durante tres meses y ese dispositivo va midiendo la presencia del gas en ese espacio. Esto se lee en un laboratorio y se envían resultados a la persona que solicitó la medición. Cualquier particular puede solicitar esa medición y hay varios laboratorios homologados para realizarla".

Ruano junto a más investigadores de la universidad ha liderado la elaboración de un mapa gallego que se va actualizando sobre la situación del gas por cada municipio.

El gas radón provoca cáncer de pulmón en personas no fumadoras. El fallecimiento del 4% de los casos de cáncer de pulmón en España tienen que ver con el radón. Pero es que en Galicia esa cifra se incrementa: 7 de cada 100 muertes por cáncer de pulmón en nuestra comunidad tienen que ver con este gas.

CÓMO ELIMINAMOS EL GAS RADÓN

Entonces, ¿Cómo lo eliminamos?, ¿Hay algo que podamos hacer?

Pues la ventilación natural no es lo más efectivo: por encima de los 300 bequerelios, que es la referencia para medir la actividad radiactiva, se puede apostar por ventilación forzada, esto es, un ventilador en una parte baja de la vivienda para que el gas no entre desde el subsuelo.

Pero si la concentración es más elevada, hay que hacer un agujero: lo que se conoce como una arqueta de succión, con un tubo con ventilador para atraer el gas y desde ahí se expulsa al exterior para que se diluya en la atmósfera.