Patrulla vecinal en un barrio de A Coruña para evitar los actos vandálicos

Vanessa, una vecina, explica a Cope que los delincuentes amenazan a las personas mayores

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Vanessa, vecina del barrio de las Flores: "amenazan a los mayores"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Una patrulla vecinal 'secreta' está combatiendo estos días el vandalismo en el Barrio de las Flores de A Coruña. Los residentes se han cansado de los métodos tradicionales para resolver sus problemas y han decidido tomar medidas preventivas. Durante el último mes, se han reportado casi medio centenar de incidentes y actos vandálicos en los automóviles de los residentes, lo que ha generado una movilización sin precedentes y ha dado lugar a la creación de la primera patrulla vecinal autogestionada.

Cuando cae la noche, durante los fines de semana, los miembros de la Asociación Vecinal en Defensa do Barrio das Flores se distribuyen las tareas y los puestos de vigilancia. Algunos observan desde sus balcones, mientras que otros se ubican estratégicamente en los jardines que rodean la calle de las Petunias, específicamente en el bloque 34. Para garantizar la efectividad del dispositivo, se han establecido rondas y cambios de turno durante la madrugada, con un aproximado de una veintena de voluntarios por noche.

Miedo a salir a la calle

El objetivo principal de esta patrulla vecinal es poner fin a la impunidad y la facilidad con la que los delincuentes operan en el barrio. Los residentes han identificado a una pareja joven, un chico y una chica, que se dedica a robar en los vehículos estacionados y a causar destrozos en ellos.

Vanessa, una vecina del barrio explica a Cope Coruña que en las últimas semanas unos 40 coches han sido vandalizados en la zona. También que son habituales las amenazas a las personas mayores, que empiezan a tener miedo a salir a la calle.

La patrulla vecinal no solo busca disuadir a los delincuentes, sino también identificarlos y poner fin a su impunidad. Desde las ventanas, se busca capturar pruebas fotográficas incriminatorias, mientras que en el terreno se intenta retener a los delincuentes para entregarlos a la policía. Sin embargo, los resultados han sido limitados, ya que la respuesta de las autoridades ha sido lenta. Barrientos lamenta que, en una ocasión, informaron a la policía sobre la ubicación de los delincuentes, pero cuando llegaron, ya habían desaparecido porque los vecinos no quisieron retenerlos. La patrulla vecinal tiene límites establecidos por la ley, y una de las premisas fundamentales es evitar el enfrentamiento directo o el uso de la violencia.

No es la primera vez que el Barrio de las Flores se une para atajar un problema vecinal. En 2021, la presión y la unión de los residentes fueron clave para desalojar un chalet ocupado por 18 personas. A pesar de esto, desde la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores se enfatiza que la situación actual no tiene relación con los okupas y toxicómanos identificados en el Centro Financiero.