Su marido sufre un grave accidente y al intentar ayudarle a calmar el dolor descubre un antinflamatorio natural

Los símbolos de Galicia, los que aparecen recogidos en la ley, son la bandera blanca y celeste, el himno con el poema Os Pinos de Eduardo Pondal y música de Pascual Veiga y el escudo presidido por un cáliz y siete cruces. Pero hay un arbusto que gana enteros como símbolo oficioso del “fogar de Breogán”: el toxo (Ulex Europeaus) ilustra ya numerosos productos “made in Galicia”. 

Desde camisetas, tazas, chapas... Hasta el escudo de la Federación Galega de Rugby lleva la flor amarilla con sus pinchos verdes y alguna de sus selecciones jóvenes se autodenominan cariñosamente "Os toxiños".

Lo que poca gente sabe es que esta planta de apariencia en principio repelente puede servir como calmante. Le pasó a Arantxa Garrido, una emigrante gallega en Canarias. Para ella, el toxo era sólo la planta que alfombra durante casi todo el año los montes de su Costa da Morte natal. 

Hasta que su marido sufrió un accidente "muy gordo". Pasó varias operaciones y salió adelante, aunque con tremendos dolores a causa de los traumatismos que sufrió. 

Cuando volvieron a Galicia a visitar a sus familiares en Corcubión pasado lo peor del accidente, alguien les habló de las cataplasmas que se hacían en el pasado para aplacar el dolor...utilizando el toxo. 

Nada que perder y mucho que ganar si conseguía algo que pudiese aliviar a su pareja, así que Arantxa cuenta que “se puso a investigar”, a leer sobre las propiedades del arbusto, contactó luego con un laboratorio que “se interesó pronto por el proyecto porque había poco sobre el tema” y fue así como a partir de que “nos pasó un tren por encima”, dice ella, nació el “Toxogel”.

"no es un producto milagro"

Una aventura, porque Arantxa no tenía ningún tipo de relación con la investigación en productos terapéuticos naturales: “era, bueno, todavía soy profesora de piano”, dice entre risas.“Vimos que podía ser de ayuda para el enfermo, mi marido, que nos sirvió de conejillo de Indias”, así que Jesús fue el primero en probar el preparado que combina diez componentes de origen natural: además del toxo, aloe vera, aceite de oliva, mentol, manzanilla, canela salvia, romero, garra del diablo y árnica.

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Arantxa insiste en que no se trata de un producto milagroso, pero en el caso de su pareja, sí que consiguió reducir la ingesta de fármacos para el dolor. La presentación en formato roll on tampoco es casual: “con el accidente, él perdió movilidad, pero así es más fácil de aplicar e incluso al mismo tiempo, estás masajeando la zona”, explica.

Arantxa reconoce entre risas que a ella la relaja más la música clásica, Mendelsson, por ejemplo, pero desliza que, tras unas horas sentada al piano, las contracturas en cuello y hombros se llevan “bárbaro con el Toxogel”.El proyecto está en plena expansión, trasladando sede social de Canarias a Galicia, donde está, literalmente, la raíz de todo. Avanza también que además del producto que están ya comercializando, esperan sacar otro en pocos meses.

las propiedades antitumorales del toxo

El toxo se ha revelado como una planta con múltiples propiedades muy desconocidas para muchos. En este sentido, hay líneas de investigación muy interesantes que toman las plantas como base. Es lo que se conoce como fitoterapia.

Dolores Viña es licenciada en Farmacia y Ciencia y Tecnología de los alimentos. Esta profesora de la Universidad de Santiago (USC) trabaja en las propiedades antitumorales del tojo, pero también en lo que se extrae de la corteza del tejo, el árbol, con resultados muy interesantes. 

Y es que, como ella misma nos explica, algunos componentes pueden funcionar en la lucha contra el cáncer: "Hemos identificado alrededor de 35 flavonoides. Hemos hecho estudios in vitro de actividad antitumoral en líneas celulares tumorales. Y tienen actividad fitotóxica. Esto quiere decir que producen toxicidad para ese tipo de células, las tumorales".

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Dolores Viña es una investigadora de la Universidad de Santiago

Los flavonoides son una serie de nutrientes que se encuentran en muchas frutas o verduras y que protegen contra el cáncer o contra enfermedades cardiovasculares. Si bien, esta investigadora insiste en que no se pueden abandonar las terapias actuales para luchar contra el cáncer. Es decir, no hay terapias alternativas "milagro", sino investigación científica.