Galicia, candidata a acoger una fábrica de coches chinos

El grupo chino SAIC Motor, que se encarga de ensamblar los modelos de la marca MG, está valorando instalar su primera factoría en Europa en suelo español. La decisión de la Unión Europea de subir los aranceles a los vehículos fabricados en China ha empujado a los grandes grupos automovilísticos del gigante asiático a buscar emplazamientos para ubicar plantas que les permitan ensamblar en Europa modelos desarrollados en China, pero que serían fabricados en países europeos.

Según informa Europa Press, la compañía tomará la decisión el próximo 30 de septiembre, y España sería una firme candidata por las buenas comunicaciones marítimas que existen con el Reino Unido, lugar de origen de esta marca que fue todo un emblema en las islas.

Dentro de España, Galicia sería una de las regiones con más posibilidades, ya que el sector de la automoción, especialmente en la provincia de Pontevedra, representa un 15 por ciento del PIB gallego.

Fuentes de la consellería de Economía e Industria confirmaron a COPE que se han mantenido "contactos preliminares" con el grupo chino SAIC, aunque los circunscriben a otros muchos contactos que están manteniendo con otros grandes grupos de la automoción para consolidar a Galicia como uno de los referentes de la industria de la automoción.

La Xunta demanda que los fondos europeos del PERTE VEC obliguen a fabricar en Europa

En una entrevista en COPE, la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, consideraba que la convocatoria de ayudas europeas del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado aprobado por el gobierno central no exige que las empresas beneficiarias tengan que comprar sus piezas y componentes en empresas auxiliares con sede en España. Esto supondría que grandes grupos como Stellantis, que en Vigo recibirá 100 millones de euros para adaptar y modernizar su planta de Balaídos con el objetivo de fabricar los nuevos modelos eléctricos de la marca, podrían comprar las piezas de estos vehículos en terceros países fuera de la Unión Europea, lo que amenaza la creación de empleo y podría destruir en un futuro miles de puestos de trabajo en un sector que solo en la provincia de Pontevedra emplea, directa o indirectamente, a 25.000 personas.