La IXP Castaña de Galicia preocupada por la llegada de castaña procedente de China

La Indicación Xeográfica Protexida espera una producción de unos 18 millones de kilos de castaña

José Jardón

Pontevedra - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

Manolo López, secretario de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Castaña de Galicia, concedió una entrevista a COPE Pontevedra en la que analizó la situación actual del sector y las perspectivas de futuro

López nos habló de la cosecha de este año, que se vio afectada por las condiciones meteorológicas adversas. El temporal de Kirk provocó la caída prematura de muchas castañas, reduciendo la producción. Aun así, se espera que sea mejor que la de los últimos años, tanto en cantidad como en calidad, con una castaña más sana, menor afectación de hongos y un tamaño adecuado. Las estimaciones apuntan a una cosecha que podría acercarse a los 18 millones de kilos. Aunque Lugo concentra la mayor superficie de cultivo, la cosecha está más organizada en Ourense, con zonas productoras destacadas como Viana do Bolo, A Gudiña y A Veiga.

En cuanto al consumo, López señaló que la celebración del magosto sigue siendo una tradición muy arraigada en Galicia, pero esto no se traduce en un aumento del consumo en fresco. Este tipo de consumo está disminuyendo, mientras que aumenta el de los productos transformados y la castaña congelada. La comercialización de la castaña gallega se concentra en las grandes ciudades fuera de Galicia, como Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia.

PREOCUPA LA COMPETENCIA CHINA

Uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector es la competencia de otras castañas, especialmente las híbridas y las procedentes de China. En este sentido, López hizo hincapié en la importancia de que los consumidores sepan distinguir la castaña gallega, amparada por la IGP, que solo certifica las variedades autóctonas. Para ello, recomienda que prestemos atención al etiquetado y busquemos la contraetiqueta con un código alfanumérico que garantiza la trazabilidad del producto.

El futuro del sector, según López, pasa por un mayor reconocimiento del producto por parte del consumidor, que debe aprender a distinguir las características de la castaña gallega y estar dispuesto a pagar un precio justo por su calidad. El secretario de la IGP comparó la situación con la del vino, donde el consumidor actual ya no se conforma con pedir un blanco o un tinto, sino que busca marcas y denominaciones de origen específicas.

Finalmente, López destacó la importancia de revitalizar el sector y atraer a gente joven para fijar población en el ámbito rural y recuperar la economía local. La castaña gallega no solo es un producto con potencial económico, sino también una oportunidad para dinamizar el medio rural y ofrecer nuevas oportunidades laborales.