La larga lucha de Marcos
Entrevista a María, la mujer del guardia civil de Pontevedra, que fue atropellado en Castelló mientras perseguía a dos menores que habían robado en un centro comercial
Pontevedra - Publicado el - Actualizado
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Hace prácticamente un año, Marcos Troitiño, un agente de la Guardia Civil natural de Pontevedra que estaba destinado en Castellón, vio cómo dos chicos menores de edad escapaban a la carrera tras cometer un robo en un centro comercial de esta localidad levantina.
A pesar de que estaba en ese momento fuera de servicio y en compañía de su mujer e hija, Marcos no lo pensó dos veces y emprendió una persecución para detener a estos dos ladrones. Sin embargo, la mala suerte se cebó con este pontevedrés de 41 años porque una conductora lo atropelló cuando cruzaba un paso de cebra siguiendo a estos presuntos delincuentes.
El accidente le dejó importantes secuelas físicas y neurológicas, y desde hace casi un año estaba ingresado en un hospital de Vigo para intentar recuperar una vida más o menos normal. Su mujer María nos contaba que Marcos está "contento por abandonar el hospital", aunque sabe que le queda "un largo recorrido". Continuará con la neurorehabilitación "de manera ambulatoria", aunque el cambio le pone nervioso ya que "le ha pesado mucho el ingreso".
En cuanto a las secuelas del atropello, María explica que su marido aún "no camina", que está "terminando de aprender a comer y a beber" y también ha tenido que "aprender a hablar". Básicamente, ha tenido que "empezar desde cero en todo. Como un bebé".
A pesar de las graves consecuencias de este atropello, Marcos nunca ha perdido la fe y ha seguido trabajando duramente en su rehabilitación. Eso es lo que subraya su mujer María, quien destaca que su marido ha mostrado siempre "muchísima fuerza de voluntad" y que la presencia de su hija le ha dado "mucha fuerza para poder esforzarse cada día".
De hecho, ella y su hija se trasladaron para estar con él y "podemos decir que vivíamos en el hospital", acompañándole desde las 9 de la mañana hasta la hora de la cena.
Su hija tiene actualmente 8 años y estaba presente en el momento del accidente. María nos explica que ella "ha sido consciente de todo" y ha visto todo el proceso de recuperación de su padre, llevándolo "bastante bien" pero sin perder de vista lo difícil que es ver a tu padre en esas condiciones.
Un cálido homenaje de sus compañeros en la Guardia Civil
Tras casi un año ingresado, sus compañeros decidieron darle una sorpresa a Marcos y organizaron un pasillo de honor en el hospital para recordar y reconocer su esfuerzo y su valentía. María nos relataba la emoción que sintió Marcos al conocer la sorpresa ya que no sabía absolutamente nada de lo que habían preparado sus compañeros en la Guardia Civil. Para él fue muy emocionante ya que "no para de ver el vídeo todo el rato, no se lo cree y él dice que ha sido un empuje para poder seguir luchando porque ya no se siente solo".
Ahora María y Marcos se mudarán con su hija a Asturias donde vivirán en una casa adaptada a las circunstancias actuales de su marido. Allí continuará el largo proceso de recuperación para conseguir una vida cada vez más autónoma.