ENTREVISTA

"Yo soy Marian, soy mujer y soy una enferma alcohólica"

Inés y Marian nos cuentan su experiencia en las reuniones de Alcohólicos Anónimos y cómo afrontan su adicción

José Jardón

Pontevedra - Publicado el

2 min lectura

De manera bianual, el Ministerio de Sanidad presenta las conclusiones del informe EDADES, una encuesta que analiza los hábitos de consumo de alcohol y drogas de los españoles y que ofrece una radiografía precisa del consumo de estas sustancias adictivas en nuestro país.

Una de las conclusiones que arroja este informe es que los hombres todavía consumen más alcohol que las mujeres, aunque esa brecha de género se está reduciendo, y su abuso es cada vez más habitual entre ellas.

Aun así, persiste la falsa idea de que el alcoholismo es un problema exclusivo de los hombres, lo que dificulta que muchas mujeres con esta enfermedad den el paso de reconocer públicamente que sufren una adicción de la que no pueden salir.

Ese paso, sin embargo, sí lo dieron Marian e Inés, quienes participan desde hace años en las reuniones que organiza Alcohólicos Anónimos.

RECONOCER EL PROBLEMA, PRIMER PASO

Marian, quien se describe como "una enferma alcohólica", comentó que supo que tenía un problema "cuando quise dejar de beber y no podía". Tras varios años de sufrimiento, reconoció que "el alcohol me enganchó", utilizando la bebida como una herramienta para sobrellevar su depresión y ansiedad. 

Por su parte, Inés, originaria de Sudáfrica, nos revela que comenzó a beber muy joven, durante sus años de colegio. "Empecé muy jovencita, los fines de semana, como lo que hoy sería el botellón pero de aquella era el guateque". Su vida se desmoronó cuando abandonó sus estudios y comenzó a beber cada fin de semana, impulsada por una rebeldía que atribuía a su situación familiar. "Mi padre nos abandonó por ser alcohólico", recuerda, y añade que, aunque trató de cambiar su vida mudándose a España, "no podía darme cuenta de que sufría la enfermedad del alcoholismo".

Ambas mujeres destacan la dificultad de pedir ayuda, especialmente siendo mujeres. Marian señaló que "hace 20 años no había casi ninguna mujer en Alcohólicos Anónimos", lo que hacía la situación más vergonzosa: "Cuando un hombre venía borracho a casa, era cosa de hombres, pero si era una mujer, estaba muy mal visto". No obstante, reconoce que "ahora la cosa ha cambiado" y cada vez más mujeres acuden a estos grupos en busca de ayuda.

En cuanto a las reuniones de Alcohólicos Anónimos, Inés detalla que "no hay psicólogos, pero la propia experiencia de cada uno es muy poderosa y nos ayuda". "Somos psicólogos de la vida", afirma Inés, destacando el apoyo emocional que brindan los compañeros que también han atravesado el infierno del alcoholismo y que participan en las reuniones que se celebran de forma habitual en varias ciudades gallegas.

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