Profesionales esenciales
Rastreos, 'madrileñofobia' y atención telefónica: el balance de 2020 de un médico de familia de Pontevedra
El doctor Rosell ejerció en el centro de salud de Baltar en un verano en el que la 'madrileñofobia' estaba en boca de todos a causa de los contagios de covid-19.
Pontevedra - Publicado el - Actualizado
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Ante una situación extraordinaria como una pandemia, la Xunta de Galicia tomó medidas extraordinarias al adelantar el momento de ejercer como especialistas a los estudiantes MIR de último curso. En lugar de esperar al verano para atender a pacientes sin la supervisión de otro médico, esa responsabilidad comenzó en abril para evitar la saturación del sistema sanitario. En ese caso se encontró Javier López Rosell: “Estábamos en la recta final de los cuatro años de especialidad y tanto mis compañeros como yo estábamos preparados para saltar al ruedo, por así decirlo, para ejercer en solitario. Sí que es verdad que las circunstancias no eran las ideales, era una situación nunca vista y eso supuso un plus de presión quizás. Pero, a nivel profesional, yo creo que estábamos todos preparados para ejercer como médicos".
Este médico de familia de Pontevedra recuerda, en el centro de salud Virgen Peregrina, la primera paciente a la que se le diagnosticó el coronavirus después haber pedido que se le hiciera una PCR: “Fue una paciente de edad avanzada, con síntomas leves y me acuerdo porque eran síntomas gastrointestinales, inespecíficos, tenía unas décimas de fiebre... Es una paciente que no llegó a ingresar, a la que le hicimos seguimiento telefónico”.
Sobre el aumento de las citas telefónicas, el doctor López Rosell ve su parte positiva pero también menciona mejoras en el servicio: “Sería importante establecer un filtro previo con un profesional sanitario. Yo tengo una agenda y alguno de los huecos, en los últimos días, se está ocupando con personas que quieren preguntar sobre la vacuna de la covid. Eso está ocupando una consulta médica. Sería importante que esa llamada la resolviese un profesional de enfermería, por ejemplo, y quedasen esos huecos para la persona que realmente necesita una consulta médica, para que la gente no tenga que esperar días para que le resuelvan su problema”.
SIN 'MADRILEÑOFOBIA'
En atención primaria, este médico de familia, con máster en puericultura, ha pasado el verano con contrato en el centro de salud de Baltar, en Portonovo. Con la llegada de turistas a Sanxenxo, en COPE le hemos preguntado si los pacientes comentaban que el virus lo traían de Madrid. “Algo se oía. Hubo casos importados, evidentemente, pero también hubo casos locales. Yo creo que hubo una época en la que en prensa se oía hablar de que si lo traían o si no lo traían pero es lógico (en Madrid la tasa de incidencia era muy superior a la gallega, con lo cual un caso sospechoso que procediese de Madrid tenía muchas más papeletas de ser realmente un caso de covid que una fiebre de aquí). Pero nosotros, a nivel profesional, nosotros teníamos que atender a los pacientes que necesitasen ser atendidos, al margen de dónde vinieran”, ha zanjado el especialista.
De hecho, el doctor Rosell ha llamado la atención sobre la cantidad de positivos en los que no se consigue identificar cómo o quién pudo contagiarlo, a pesar del rastreo.