Reclusos de la cárcel pontevedresa de A Lama usaban el Teletexto para comunicarse con el exterior

Según la resolución de la Audiencia Nacional hecha pública por La Voz de Galicia, en la cárcel de A Lama «se ha detectado que los mensajes de teletexto eran utilizados para comunicarse los internos con personas del exterior través de páginas abiertas de citas, contactos, anuncios...».

Tal y como ha confirmado a COPE el delegado del sindicato ACAIP (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias) en el centro penitenciario pontevedrés, Marcos Blanco, la comunicación con el exterior es “importante para los reclusos para que puedan mantener su contacto con la sociedad pero debe hacer con seguridad”. De esta forma, los únicos métodos válidos son a través del locutorio o vis a vis (con visitas presenciales en la prisión) o por el teléfono de la cárcel en el que tienen derecho a diez llamadas a la semana de 8 minutos de duración y siempre con teléfonos previamente verificados (el recluso debe dar un listado de, habitualmente, familiares o abogados y estos deben remitir al centro una factura en la que se pueda comprobar la titularidad de la línea).

Salvo autorización judicial, las conversaciones nunca son escuchadas por los funcionarios de prisiones pero debe haber un control, según especifica Blanco, para evitar hechos delictivos entre internos que puedan pertenecer a bandas organizadas o bien condenados por violencia de género que tengan vigente la prohibición de comunicarse con la víctima.

De esta forma, a un primer recluso de A Lama se le requisó su televisor y le fue devuelto con el teletexto y menú bloqueados. Tras una denuncia del propietario de la tele, la Audiencia Nacional le ha dado la razón en que el menú debe estar habilitado para el correcto funcionamiento del aparato. En cambio, el teletexto, no.