Complicar la llegada a las playas de los turistas, estrategia contra la masificación

En la península de O Morrazo abundan las playas paradisíacas rodeadas de naturaleza, un secreto que dejó de serlo hace años y que cada verano atrae a más y más visitantes procedentes de Vigo, de Portugal y de muchas comunidades autónomas de toda España. Y la paciencia de los vecinos ha llegado al límite.

El problema, dicen, es que cada fin de semana llegan muchos más vehículos que los que la zona está capacitada para acoger. Los caminos que conducen a las playas son estrechos y sinuosos, y aunque el Ayuntamiento busca habilitar 'leiraparks' (terrenos de tierra de particulares que puedan hacer de aparcamientos), nunca es suficiente.

¿El resultado? Vehículos aparcados por todas partes sin orden ni concierto, delante de los accesos a las viviendas, en las cunetas impidiendo el paso de los camiones de raparto. Y playas saturadas hasta el infinito provocando el desconcierto de los vecinos, que hasta hace pocos años no sospechaban siquiera que esto podría pasar.

Movilizaciones

El fin de semana anterior al puente las quejas se hicieron recurrentes, y algunos vecinos advirtieron de que había que movilizarse. Dicho y hecho. Este domingo, medio centenar de vecinos de la zona de Piténs se plantaron en medio de la carretera que conduce a una de las playas para dar visibilidad a un problema que les afecta de tal manera que acaban odiando los meses de verano, justo cuando más agradable debería ser vivir en O Morrazo.

"Nos parece increíble todo lo que está pasando, porque no podemos salir de casa, no podemos ir a la playa, y llega tarde esto, esto se debería haber hecho mucho antes, lo que pasa es que lo de la semana pasada rozó el esperpento. Hay coches aparcados en medio de la carretera, con el culo metido en plena calzada, los municipales pasan de todo y no puede ser", dice un vecino de O Hío llamado José.

La Policía Local se ha desentendido este verano del problema. Alegan que no es su competencia, sino de la Guardia Civil, que carece de efectivos para vigilar y multar si fuese necesario. Y el resultado es el caos.

"Vigo, Portugal, lo de Portugal es también bestial, la cantidad de portugueses que hay; y después gente de fuera: madrileños, vascos, canarios, andaluces, lo de este año en O Hío es que no puede ser, ya no cabe más gente", añade José.

Dificultar el acceso

Ante un problema si solución, José tiene la suya: "La solución es empezar a hacer cosas para que la gente deje de venir. Sí, claro, que la gente se canse. Que en vez de llegar a la playa en media hora pues que tarde dos horas. Por la fuerza. O si no, que el Ayuntamiento haga algo, pero cada año pasa lo mismo y después vamos a más, a más y a más", señala.

Aseguran los vecinos que todo el mundo tiene derecho a ir a las playas, pero que también ellos tienen el derecho a vivir y trabajar en paz. De ahí la concentración de ayer, que duró casi 40 minutos para provocar un atasco e incomodidades a los visitantes, para que así entiendan las incomodidades que viven ellos cada vez que calienta el sol a causa de los conductores incapaces de resignarse ante la evidencia de que a su llegada no tienen sitio para aparcar.