Un año de cuidados para que la Virgen de los Dolores de Vigo luzca en su día con todo su brillo
Conchi y Pilín son las encargadas de que la Virgen esté en perfecto estado de revista el Viernes Santo

Vigo - Publicado el
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Como cada año, este Viernes Santo se celebra en Vigo la Procesión del Encuentro, cuyo nombre procede del encuentro que se produce en la calle Colón, a donde llegan al mismo tiempo el Jesús del Silencio, que viene del de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen de los Dolores, que viene desde la Concatedral. Luego, ambos enfilarán juntos hacia la Puerta del Sol.
Es con motivo de esta procesión de Viernes Santo que la Virgen de los Dolores sale por un día de la Concatedral. El resto del año permanece a resguardo y bajo los cuidados de Conchi y Pilín, dos hermanas que se encargan de mantenerla en perfecto orden de revista.
"Durante todo el año hay que mantener el altar, mantenerlo con flores, con el mantel arreglado, que siempre esté arreglada, y cuando viene la Semana Santa es celebrar el septenario de la Virgen de los Dolores, la semana anterior a Semana Santa , que son los Siete Dolores de la Virgen, que finalizan el Viernes de Dolores. Allí se imponen las medallas a las personas que se quieren hacer de la cofradía, y luego, a la semana que viene, bajamos a la Virgen, se prepara la urna con el Cristo dentro, se viste a la Virgen, se preparan los costaleros, se prepara el Calvario, que lo llevan otra personas y se prepara toda la procesión que sale a las ocho de la tarde", explica de carrerilla y pormenorizadamente Conchi.
TRADICIÓN FAMILIAR
La labor que hoy desarrolla esta pareja de hermanas ha ido pasado de generación en generación en su familia, donde la devoción a la Virgen de los Dolores es absoluta. Recuerdan a su abuelo hacerse cargo de la Virgen en una época, principios del siglo XX, en que la familia tenía que custodiarla todo el año porque la Virgen no tenía altar.
"Hasta que la cofradía hizo por fin el altar que tiene hoy. Así que es de siempre, nuestros abuelos, nuestros tíos, nuestros padres, hasta hoy" dice Pilín.
El relevo generacional, además, está garantizado porque lo que sus padres hicieron con este par de hermanas, hacen ahora ellas con quienes les suceden.
"Estábamos muy acostumbradas a que nuestros padres nos llevasen desde pequeños a ver los oficios, los monumentos, desde pequeños a ver las procesiones... Después veíamos a mi madre hacer todas estas cosas y entonces te toca y lo haces sin ningún sacrificio, al contrario: supone un orgullo poder hacer esto y ojalá la virgen nos dé mucha salud para poder hacerlo durante muchos años", dice Conchi.
Conchi y Pilín viven la Semana Santa con pasión y con fe. También con respeto a las tradiciones. A todas. Entre ellas, claro, la de comer buenas torrijas. Ambas quisieran que este viernes la lluvia dé un respiro a la ciudad y que la Virgen pueda recorrer las calles de Vigo engalanada. Esperan, también, que aumente la cantidad de gente que acude a esta y a otras procesiones. Sobre todo la cantidad de gente joven. Y le piden a Dios que así sea mientras se van de las instalaciones de la Cadena COPE para seguir cuidando a la Virgen de los Dolores, que este Viernes Santo tiene la más importante cita del año.