El primer narcosubmarino en llegar a las costas gallegas intenta introducir 3.000 kilos de cocaína

Parece el relato de una película o de una serie de televisión, pero una vez más la realidad supera la ficción. Interceptado en la ría de Aldán el primer narcosubmarino que llega a Europa, en su interior se localizaron alrededor de 3.000 kilos de cocaína.

Operativo antidroga coordinado a nivel internacional

Desde la pasada semana, un operativo coordinado a nivel internacional trabajaba en la detención de un nave que trataba de introducir en la costa gallega un importante alijo de cocaína y finalmente en la madrugada de este domingo lograron interceptarlo en las inmediaciones de Punta Couso en Cangas (Pontevedra).

Dos personas, de nacionalidad ecuatoriana, han sido detenidas, mientras que se trata de localizar a una tercera, también con nacionalidad ecuatoriana, que logró fugarse a nado.

Antes de la detención y de la fuga, los tripulantes del narcosubmarino sumergieron la embarcación cuando se dieron cuenta de la presencia policial. Las dos personas detenidas intentaron huir por la playa de Foxos, la que todavía permanece en paradero desconocido lo hizo a nado.

En el dispositivo colaboran servivios de la Guadia Civil, de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria que durante este domingo trataron de reflotar el narcosubmarino sin éxito, por lo que este lunes se retomarán las tareas para lograr sacarlo de las aguas de Punta Couso, en Cangas (Pontevedra).

Un narcosubmarino con 20 metros de eslora.

Se trata del primer narcosubmarino que se llega hasta Europa precedente de Sudamérica. El subacuático tiene 20 metros de eslora y este método de narcotráfico resulta muy novedoso para la introducción de droga en la costa gallega, aunque desde hace años, concretamente desde los 90, los clanes colombianos usan los sumergibles para trasportar la droga desde distintos puntos de América del Sur.

Un intento fallido en aguas gallegas en 2006.

Ya en el año 2006 se produjo un primer intento falldio en aguas gallegas. Por aquel entonces apareció un submarino en la ría de Vigo, aunque en esta ocasión se trataba de un sumergible casero que había sido construído en el municipio pontevedrés de Oia y que no superó la prueba. Fue localizado por el servicio de Salvamento Marítimo de la Guardia Civil.