Va a la terraza de un bar de Vigo y lo que le piden las camareras espanta a todos los clientes: “No volveremos”

Sin lugar a dudas, ahora que estamos en pleno verano uno de los planes que más nos pueden apetecer son los de estar en una terraza. No precisamente porque las temperaturas bajen demasiado, sino porque es el lugar perfecto para tomarte un refrigerio y pasar las horas más críticas de calor.

Suele ser nuestro punto de reencuentro cada vez que tenemos que juntarnos con alguien y, sobre todo, es en verano cuando más los frecuentamos. A pesar de que a veces puede dar el sol en la terraza, también es donde más fresquitos estamos.

No solo por lo que estemos tomando, sino porque algunas terrazas están resguardadas del sol y refrigeradas. Sea como sea, son un lugar imprescindible y tendemos a ir mientras matamos el tiempo con este calor.

Claro, se frecuentan tanto que, muchas veces, nos vemos en la obligación de tener que reservar. Y aunque solemos tener buenas experiencias, a veces no lo son tanto.

De estas experiencias negativas se suelen escribir reseñas que, más tarde, aparecen en Google y que perjudican muchas veces la reputación del local. La cuenta de X, antiguo Twitter, @SoyCamarero se dedica a recopilar algunas de ellas.

Y es que muchas de estas reseñas provocan muchos comentarios entre otros usuarios y, a veces, hasta indignación.

Lo que piden unas camareras que espanta a los clientes

Cuando vas a un bar durante el verano (y, sobre todo, cuando más aprieta el calor), ¿sueles entrar dentro o vas a la terraza? Porque claro, depende de las temperaturas se puede estar bien o no en la terraza.

Y no tanto del termómetro, sino de otras inclemencias que puede presentar el tiempo. Pues bien, estos clientes que fueron a un bar de Vigo no calcularon bien esa posibilidad y fueron a la terraza.

Ahí se levantó un viento por el que las camareras tuvieron que actuar y les hicieron una petición. Una petición que no fue muy bien vista por estos clientes y por la que decidieron dejar una reseña negativa que ahora recoge @SoyCamarero.

“Al cabo de un rato empezaron a recoger el toldo sin previo aviso. Nosotros protestando a través del vidrio, pero las empleadas ni venían a comentar lo que pasaba. Tuvimos que ir a la barra y nos dicen que, como se levantó un poco de brisa y se mueve la lona del toldo, tienen que cerrarlo porque sino el jefe les riñe” empezaba diciendo en su indignado comentario.

“Penoso, no volveremos más. Muy bordes las empleadas” decía este cliente.

Lo que no esperaba era que el propio dueño les respondiese, con una versión un tanto distinta. “Os avisamos antes de recogerlo y creo que es totalmente entendible plegar el toldo por seguridad. Llevaros las bebidas dentro creo que todos entendemos que es un buen gesto, no entiendo qué te parece mal de eso” decían los dueños.

Un pago en efectivo que indigna tras el cambio

Cuando vas a un restaurante o a cualquier local, cuando te toca pagar, ¿cómo sueles hacerlo? Seguro que optas por el método más fácil y cómodo: pagar con tarjeta.

Sin embargo, muchas veces para que te cobren así tienes que tener un pago mínimo o, simplemente, no puedes pagar de esta forma. Por eso, siempre es recomendable andar con un poco de efectivo. Algo que, por cierto, nos demostró el gran apagón que tuvimos hace unos meses.

Pues bien, este cliente pagó con efectivo y, cuando le devolvieron el cambio, se fijó en un detalle por el que acabó poniendo una reclamación. Es una anécdota que ha recopilado la cuenta de X, antiguo Twitter, @SoyCamarero.

Esta persona contaba, en su reseña de Google en contra del restaurante, que había pagado en efectivo y que su problema llegó cuando le dieron el cambio. “Pagamos en efectivo y nos devolvió 30 céntimos en monedas de 1 céntimo, porque decía que no tenía cambio” empezaba contando.

“Tiene que saber actuar y dar la talla en su trabajo. Ese puesto se lo merece una persona que de verdad quiera trabajar” firmaba en la nota.

Enseguida eran muchos los usuarios que cargaban contra este cliente, ya que decían que el camarero sí tenía ganas de trabajar al haber juntado y contado todas esas monedas para darle el cambio.