Derrota mínima del Mallorca ante el Barcelona gracias a un portentoso Leo Román
Los bermellones sobreviven a la avalancha azulgrana, con un registro de 40 tiros que hacía 20 años no se producía en la liga.

Dani Olmo tras marcar el único gol al Mallorca
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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La noche fue muy larga en Montjuic para el RCD Mallorca. Tras un arranque prometedor en el que los bermellones anoche de color lima atacaron las espaldas de la defensa adelantada del Barcelona sobre todo con Antonio Sánchez y Mateu, el Barcelona se convirtió en un "vendaval", como lo definió el gran protagonista de la noche, Leo Román.
Hacía mucho, mucho tiempo que un portero del Mallorca no tenía una actuación así, tan destacada, tan portentosa, tan completa, tan heroica. Las paró de todas las maneras, con una mano, con la otra, con el pecho, con el pie, a mano cambiada, aguantó uno contra uno de Lamine Yamal, fue todo un repertorio técnico y de personalidad. Anoche se volvió a gritar Leo, Leo, Leo, Leo en el campo del Barcelona, pero esta vez no era por Messi, sino que eran los mallorquinistas por Leo Román.
Como si jugara cada semana, como si fuera normal. Pero no, hacía cuatro meses que no jugaba en liga y lo había hecho por última vez precisamente ante el Barcelona, en Son Moix. Aquel día se llevó cinco y debió prometerse a sí mismo que haría lo posible para que no se repitiera. Y lo hizo.
Sólo un remate ajustado de Dani Olmo dentro del área, nada más arrancar la segunda parte, pudo batirle. Dani agarró un balón que no iba para él de Eric García, se la quedó y cruzó con calidad ante Copete y lejos del alcance de Leo.
Alguno dirá que al Mallorca no le ha derrotado el Barcelona sino el CSD, que Dani Olmo no tendría que estar jugando, que no debería estar inscrito, que la Liga no validó su ficha y que está jugando de prestado por una intervención sin precedentes del Gobierno, del Consejo Superior de Deportes, para suspender la resolución de la liga, una competición privada.
Esto hay que repetirlo porque aunque Olmo no tenga que pagar la mala gestión, es la realidad. Y como no pasa nada y se da normalidad a cosas que no son normales, es precisa la matización.
En todo caso, el Mallorca sabía que iba a pasar una mala noche en Montjuic y así fue. No importó que no estuviera Lewandovski, que Hansi Flick guardara a algunos jugadores como Raphinha, que jugara un futbolista muy poco habitual como Ansu Fati, por cierto buena noticia para el fútbol que este delantero parezca estar de vuelta.
Los bermellones tuvieron sus opciones, como demostró Mateu Jaume con un golazo tras un gran pase de Darder. Rompieron como debían la línea del Barça, pero el gol fue anulado por un fuera de juego de centímetros. Una auténtica lástima porque era perfecto, Mateu que pasó por el Barcelona y tenía la oportunidad por la sanción de Maffeo. Luego dos cabezazos de Raíllo en la segunda parte, alguno de Larin. El balón parado era la única esperanza de sumar en Montjuic, y estuvieron cerca. Larin en solitario no aguantaba un balón, no es su mayor virtud, un jugador más para el cuerpeo y el espacio. Algún duelo ganaba pero era muy difícil. El Barcelona es una manada de lobos cuando pierde la pelota, muy difícil salir de la trampa.
Un Mallorca muy mermado, con seis bajas, gente importante en el ataque como Muriqi, Dani, Robert Navarro, Asano, además de Morlanes y Maffeo, pero que había empezado bien el encuentro.
Después todo fue ahicar agua. Por momentos parecía un partido de fútbol sala en el que el rival te chuta continuamente y el portero la saca de todas las maneras, incluido el pie, cosa menos habitual en el fútbol. Para entendernos, Leo Román pareció anoche Carlos Barrón, portero del Palma Futsal especialista en paradas, pero en una portería grande. Se puede decir que Leo la ha armado.
Con este partido, el debate será ya incesante, ya era un run run, no porque Greif lo esté haciendo mal, pero la frialdad del eslovaco, su posicionamiento en la línea de gol, no convencen a todos, pese a que también suele dar puntos y regalar buenas intervenciones.
Leo Román parece hoy una realidad imparable, arrolladora, no puede estar en el banquillo. Pero es lo que hay, sólo puede jugar uno y obliga al Mallorca a tomar una decisión estos meses. O se traspasa a Greif o se traspasa a Leo Román.
El Mallorca se queda con 44 puntos a la espera de lo que hagan los rivales y con cuatro días libres desde mañana para cargar las pilas. Para la visita a Girona recuperará a Maffeo y Dani, además de los lesionados Morlanes, Asano, Robert Navarro y posiblemente Muriqi.