fútbol
Recaída del RCD Mallorca ante el Alavés y dos puntos más que vuelan
Los bermellones perdonaron tras el gol de Asano y no supieron gestionar la segunda mitad, en la que el Alavés encontró el premio con el gol de Kike García. Los bermellones se mantienen muy cerca de Europa, a dos puntos del Betis

Takuma Asano felicitado por sus compañeros tras el gol
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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De un tiempo a esta parte al Mallorca se la atragantan las segundas partes en Son Moix y no es casualidad. Cuando algo se repite es que hay un problema. Le pasó ante el Betis cuando recibía el castigo en el descuento, le pasó ante Osasuna también al final del encuentro y le ocurrió ante el Alavés no tan tarde, pero sí cuando se venía mascando que ocurriría.
Parece que si uno teme que algo pueda suceder finalmente sucede. El RCD Mallorca no es constante, no es regular, no acaba de ser consistente pese al buen trabajo y los buenos momentos en los partidos. Si algo se repite es que hay un problema y es lo que le toca trabajar a Jagoba Arrasate con sus jugadores.
Se había adelantado el RCD Mallorca muy pronto en el partido con un auténtico golazo de Takuma Asano, su primer gol con la camiseta del RCD Mallorca y en la liga consecuencia de una segunda jugada en un saque de banda. Los bermellones venían apuntando en los últimos tiempos que de los saques largos de Maffeo podía salir algo, porque busca a su referencia, Vedat Muriqi y cuando el balón le llega a Muriqi en el área pueden pasar cosas. En este caso un balón rebotado le caía al japonés que armaba rápido la pierna para marcar por la escuadra.
El RCD Mallorca no pasaba ningún apuro en el partido, lo tenía todo bajo control y pronto tuvo la oportunidad de sentenciarlo, al encontrar espacios y un pase de Darder a Muriqi le dejaba solo ante Sivera. El delantero no está en su mejor año goleador pese a que había anotado tres en una semana en los partidos ante Osasuna y Las Palmas, sólo lleva seis goles y es por algo. Su picadita fue al palo más alejado siendo zurdo y desde la izquierda, por lo que el balón llevó trayectoria hacia afuera y no entró.
El Alavés no le generaba problemas, sólo un remate a bote pronto de Carlos Martín que iba al centro. Pero en la segunda mitad todo cambió. El RCD Mallorca seguía cediendo la pelota al Alavés pero esta vez con el equipo demasiado replegado, mal posicionado fue permitiendo que el Alavés se lo creyera y fuera creciendo en el partido. Se mascaba tanto lo que iba a suceder que la afición bermellona empezó a desaprobar a sus jugadores. Jagoba Arrasate tampoco movía pieza.
Así llegaría el gol del empate, con bastante enfado en la parroquia local, en una acción en el área en la que Carlos Martín remata en semifallo pero el balón llega al segundo palo donde no falla a su cita con el gol Kike García.
A pesar de que Arrasate metió piernas frescas en medio campo con Samú Costa y Morlanes, reaparecían ambos, Arrasate escoró entonces a Darder que había vuelto a jugar por dentro y puso dos delanteros, Larin junto a Muriqi. Después en los últimos instantes metería a Abdón también, tres hombres en el área pero sin nadie que interpretara lo que había que hacer, sólo Maffeo con su fuerza por la banda derecha lo consiguió llegando a línea de fondo y centrando.
Sin Robert Navarro el equipo aún fue menos incisivo. Es el mejor hombre ofensivo del equipo pero aún le falta consistencia física para aguantar más minuto0s, sufrió calambres y tuvo que dejar el campo.
Es un punto y es el mismo resultado de unos días atrás en Sevilla, pero las sensaciones con completamente distintas. El Mallorca parece incapaz de aguantar mucho tiempo a ritmo alto, o mete la directa en una fase de la primera parte como ayer, o lo hace en una fase de la segunda como en el Pizjuán. Le falta consistencia continuada, no se puede hacer lo mismo todo el rato en un partido, porque es imposible, pero en esos momentos en los que debe recuperar el aliento le falta protegerse mejor, sigue encajando goles y así es difícil cuando no tiene facilidad para ver portería.
Curiosamente el Mallorca de Jagoba Arrasate había sido un equipo de victoria o derrota,se ha convertido en un equipo de empates. Lo que obsesiona al técnico es mantener la puerta a cero porque sabe lo que le cuesta hacer gol. En los últimos cuatro partidos ha repetido el 1-1 en tres ocasiones.
No todo es negativo, los bermellones acumulan ahora cuatro partidos seguidos sumando, pero necesitarán mucha más consistencia si quieren seguir sumando con lo que tienen el domingo próximo en San Mamés.