Apicultores de Baleares: "Las abejas tienen cada vez más difícil la supervivencia"

La bióloga y apicultora Azpe García explica cómo afecta a los insectos la inestabilidad de las estaciones y la elevada mortandad que provoca la agricultura convencional

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Escucha aquí el reportaje y la entrevista sobre el declive de las abejas

Cristina de Ahumada

Mallorca - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Altas temperaturas en invierno, ausencia de lluvias, el uso de pesticidas, herbicidas, insecticidas, plaguicidas, floraciones a destiempo por la alteración de las estaciones,

, agricultura intensiva, especies invasoras como la avispa asiática, enfermedades importadas de otros lugares del planeta como la varroa, la pérdida de hábitats, estas son

. Y todo provocado por la actividad humana, por nosotros, por ti, por mí. Son un eslabón más de una cadena que estamos rompiendo. Sin abejas, las flores no se polinizan, si no hay polinización, no hay frutos ni verduras, no prosperan los cultivos y

El 75% de los cultivos dependen de los polinizadores. Y el 40% de los polinizadores están en peligro de extinción. La ciencia desconoce cuántos se han extinguido ya. Y tampoco sabemos cuánto se han reducido las poblaciones de insectos en las últimas décadas. El único estudio que hay al respecto, apunta a una pérdida del 50%, en cantidad y variedad. Lo que sí sabemos es que van a menos, que cada año sobrevivir es más difícil. Y no tenemos que irnos lejos a preguntar para que nos lo cuenten. Los apicultores de Baleares son testigo directo del declive de las abejas.

Apicultores de Baleares

Juanma Vergara es apicultor aficionado, como casi todos los de Baleares. Dedicarse profesionalmente a las abejas no es tarea fácil, no es rentable en un territorio como el nuestro, con producciones limitadas que van a menos y que, como cualquier trabajo agrícola o ganadero, dependen del clima y de la bonanza de la naturaleza.

La sequía que asola a todo el país afecta a los árboles, las plantas, toda la flora, y por extensión, también a las abejas.

Para que las abejas no mueran de hambre, los apicultores pueden recurrir a sustitutivos alimentarios, a base de azúcar, pero con sus inconvenientes.

Gori Lladó maneja unas 70 colmenas. Además de las temperaturas impropias y la falta de lluvias, destaca el uso de ciertos productos en la agricultura como causa de la bajada en la producción de miel y del colapso de las abejas.

Las abejas, como muchos otros animales, invernan en esta estación. Pero para hacerlo, necesitan un frío que no estamos teniendo, provocando que se activen creyendo que ya es primavera, empiecen a criar, pero sin comida con la que alimentar a las nuevas generaciones.

Tomeu Gual regenta en Petra apicultura Son Frare. Consigue ingresos apícolas gracias a diversificar su actividad, con formaciones para escolares y la estampación de cera. Vinculado al mundo de las abejas desde infancia, hace años que observa una mortalidad muy alta entre las colmenas.

Las abejas son insectos salvajes que deberían poder sobrevivir sin la ayuda del hombre, pero cada vez necesitan más ayuda del apicultor.

Gual tiene sus apiarios en el Pla de Mallorca, y coincide con el resto de apicultores en que el uso y abuso de insecticidas en el campo está acabando con las poblaciones de abejas, precisamente tan necesarias para la agricultura. Y uno de los cambios más llamativos que ha observado con el paso de los años es que las cosechas cada vez se espacian más.

Los apicultores también cultivan sus tierras, con plantas que son alimento para las abejas, eso sí, si crecen.

España es la colmena de Europa

Del viejo continente, somos el país que más miel produce. Pero el cambio climático, la deforestación, los productos que arrasan con cualquier insecto en la agricultura, las enfermedades que vienen de lejos y para las que nuestras abejas no tienen defensa y la falta de diversidad en su alimento, están acabando con nuestros apiarios. Y aunque solo sea por dinero, que sepas que, según Greenpeace, el valor económico de la polinización de las abejas estaría en torno a los 265.000 millones de euros anuales en todo el mundo, unos 2.400 millones de euros en el caso de España, merece la pena proteger a las abejas.

Y precisamente hoy se ha confirmado algo que ya sabíamos, que enero ha tenido temperaturas de récord. Según la Aemet, Enero de 2024 fue muy cálido, en concreto, el segundo más cálido desde 1961 y empatado con 1982, lo que supone batir récords de temperaturas máximas diarias y mínimas altas. La temperatura media ha sido 12,2 grados y la anomalía de 1,7ºC.

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