Estudian sanciones por la pelea entre los jugadores del Campos y la Penya Arrabal

El Govern balear y la Federación de Fútbol estudian las responsabilidades y las posibles sanciones derivadas de la tangana que se produjo el sábado en un partido de fútbol juvenil en Campos (Mallorca) entre el equipo local y la Penya Arrabal B.

La Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes ha emitido un comunicado conjunto con la federación en el que condenan "de manera enérgica los incidentes que se registraron en el partido", del Grupo A de la categoría preferente del fútbol juvenil balear.

Ambas entidades se comprometen a actuar "con contundencia en el marco de sus competencias".

El ejecutivo autonómico destaca que está entre sus atribuciones iniciar procedimientos sancionadores "por violencia verbal o física en los grandes acontecimientos deportivos" y subraya que respecto a la pelea colectiva registrada en Campos se ha puesto "en marcha la maquinaria para estudia qué ha pasado" y adoptar las medidas preceptivas.

"Hay que recordar que la competencia para tramitar una denuncia de violencia en el deporte corresponde a la Comunidad Autónoma", recalca el departamento que dirige Fina Santiago, que indica que los procedimientos sancionadores de actos violentos y vejatorios persiguen "reducir los comportamientos antideportivos".

Por parte de la Federación de Fútbol de Baleares actuará el Comité de Competición, que una vez analice el acta arbitral estudiará las sanciones deportivas que corresponden a agresores o incitadores implicados en la tangana.

EL GOVERN SANCIONÓ EN MARZO A UN AFICIONADO POR INSULTAR A UN ÁRBITRO

El Govern  ya ha sancionado este año con 300 euros a un aficionado que amenazó a un árbitro de fútbol  en un partido  Algaida-Santa Ponça.

El pasado mes de marzo entró en la Consellería de Cultura, Participación y Deportes un oficio de la Delegación del Gobierno  con las diligencias instruidas por la Policía Local de Algaida hacia un asistente por insultar al árbitro  durante el partido de fútbol entre los equipos de Algaida y Santa Ponça, correspondiendo a la categoría 1.ª Regional Mallorca.

Con este primer procedimiento sancionador el Govern pretendía reducir los comportamientos antideportivos que se pueden producir en las gradas durante los acontecimientos deportivos.