La lengua azul devasta la ganadería en Mallorca: "El mercado se va a resentir"

La enfermedad conocida como lengua azul está provocando una crisis sin precedentes en la ganadería de Mallorca. Este año, la tradicional exposición de animales de "Dijous Bo" se verá reducida drásticamente debido a los estragos que está causando esta enfermedad viral que afecta principalmente a cabras, corderos y vacas.

La lengua azul ha provocado la muerte masiva de animales, con pérdidas que, en el caso de los corderos, se estiman en un 20% de la población en las explotaciones ganaderas de la isla. Martí Solivellas, ganadero de Escorca, en COPE Baleares se ha mostrado visiblemente preocupado ante la situación. "Viene la campaña de Navidad, y no habrá producción. El mercado se va a resentir", advierte. Además de la lengua azul, las ovejas no han podido criar con normalidad y ha habido numerosos abortos, lo que agrava aún más las perspectivas para el sector.

Solivellas ha perdido el 50% de su ganado, lamenta que muchos ganaderos no podrán reponer sus animales.

Vacunas insuficientes y tarde

La enfermedad fue detectada en agosto en Mallorca, pero no fue hasta hace pocos días que se comenzó a vacunar a los animales. Sin embargo, Solivellas es crítico con la respuesta de las autoridades sanitarias. "Las vacunas son insuficientes y llegaron demasiado tarde. El virus está siendo muy virulento, y solo se están salvando un 1 o 2% de los animales que se tratan con medicación", señala. A esta situación se suma el elevado coste de los antibióticos y la compra de alimento para los animales, ya que la falta de lluvia ha reducido la disponibilidad de pastos.

El ganadero, que ya debería estar jubilado, teme que su explotación no sobreviva a esta crisis. "Todo son problemas. La lengua azul, la falta de lluvias, el precio de la comida… es un panorama muy oscuro", dice con resignación.

Impacto en la biodiversidad de la Serra de Tramuntana

La situación no solo afecta a los ganaderos, sino que también tiene consecuencias graves para la biodiversidad de la zona. En la Serra de Tramuntana, donde deberían existir alrededor de 20.000 ovejas, actualmente hay menos de 6.000. Esta drástica reducción de animales está alterando el equilibrio ecológico de la región, "donde había oliveras ahora hay pino".

Martí Solivellas concluye con una visión sombría sobre el futuro del sector ganadero. La lengua azul sigue haciendo estragos en la isla, y el futuro de la ganadería mallorquina se vislumbra incierto, con una pérdida significativa de animales, de producción y de biodiversidad.