El sol permite a 1.500 personas disfrutar de ocho de la catedral de Mallorca

Como cada 11 del 11, día de San Martín de Tours, cientos de persona acuden a la Catedral de Mallorca para presenciar la 'Fiesta de la Luz', el espectáculo que ofrece el sol al entrar por el rosetón mayor y proyectarse bajo el rosetón de la fachada, formando un 'ocho'. 

Este lunes  unas 1.500 personas se han congregado en el templo, que ha abierto sus puertas a las 7.30 horas, para permitir la asistencia a este espectáculo efímero, con la parte interna de la fachada principal de la Seu como escenario. Aunque solo se produce dos días al año el 2 de febrero y el 11 de noviembre, los días previos y posteriores también puede disfrutarse si la climatología lo permite.

En el momento en que el rosetón que preside el altar mayor reflejaba los colores de sus 1.115 vidrios sobre el lienzo de piedra, centenares de teléfonos móviles y cámaras de fotografía y vídeo han recogido la escena.

Este espectáculo natural se produce también el 2 de febrero, fiesta de la Candelaria.

La combinación entre las dimensiones de la nave central y la ubicación del rosetón mayor, con un diámetro de cerca de 12 metros, hace que ambas estructuras estén perfectamente alineadas y formen la figura luminosa del 8.

¿Sabías que el rosetón de la Seu es uno de las más grandes del mundo?

El gran rosetón mayor se construyó a mediados del siglo XIV, y preside la nave central de la Seu. 

En el año 1599 el rosetón se cerró con vidrios de colores. El diámetro exterior es de 11,85metros y es uno de los rosetones góticos más grandes del mundo con más de 100 metros cuadrados de superficie total, es conocido como "el ojo gótico". 

La construcción de la fachada principal tuvo lugar en tres etapas cronológicas, entre los siglos XVI-XVII y XIX, y presenta dos frontales diferentes, en el interior y en el exterior. Este factor, decisivo, marcó la ubicación actual del rosetón visto desde el muro interior.

Completaría el efecto la finalización del proyecto de instalación de los vitrales a todos los ventanales y óculos disponibles de la Catedral, que empezó a finales del siglo XIX.

Las condiciones de entrada de luz permanecen estables desde 2010, momento en el que finalizaron las obras de restauración del rosetón mayor.