36 años de la muerte de Omayra Sánchez: La actitud que conmovió al mundo
Omayra Sánchez murió víctima de la erupción del volcán Nevado del Ruiz. Su actitud conmovió al mundo al quedar tres días atrapada entre el lodo y los restos de su casa
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Omayra Sánchez Garzón fallecía en Armero, el 16 de noviembre de 1985. Niña colombiana de 13 años que murió víctima de la erupción del volcán Nevado del Ruiz en 1985.
La trágica historia y la actitud de Omayra conmovió al mundo al quedar tres días atrapada entre el lodo y restos de su propia casa, mientras las cámaras de televisión transmitían incesantemente sus últimas horas de vida.
En el sitio donde padeció su agonía hay un cartel de la Fundación Armando Armero, que forma parte del Centro de Interpretación de la Memoria y la Tragedia de Armero.
Demolida su casa, quedó atrapada bajo los escombros. Solo sostenida por el brazo de su tía ya fallecida, permaneciendo en medio del lodo durante tres días. Su valentía y dignidad conmovió a los periodistas y socorristas, quienes pusieron gran empeño en rescatarla. Después de 60 horas de lucha, murió, probablemente como resultado de la gangrena o hipotermia.
Evaristo Canete, uno de los mejores reporteros gráficos de la historia de TVE, grabó las imágenes de Omayra.
Y una fotografía suya tomada por el periodista Frank Fournier poco antes de su muerte fue publicada en medios de prensa de todo el mundo. Posteriormente la foto fue designada como foto del año (World Press Photo of the Year) de 1986.
Omayra se ha mantenido como una figura en la cultura y religiosidad popular, recordada a través de la música, la literatura y artículos conmemorativos.
A pesar de la difícil situación, Omayra siempre mantuvo una actitud positiva: Le cantó a Germán Santa María Barragán, un periodista que trabajaba como voluntario, pidió comida dulce, tomó soda, y accedió a ser entrevistada. En la entrevista, Omayra Sánchez, dirigió sus últimas palabras a su madre: "Madre, si me escuchas, quiero que reces por mí para que todo salga bien".
Durante las 60 horas de lucha por vivir también se mostró asustada, rezaba y lloraba. Incluso comenzó a tener alucinaciones, diciendo que no quería llegar tarde a la escuela, mencionando un examen de matemáticas. Cerca del final de su vida sus ojos se enrojecieron, su cara se hinchó, y sus manos quedaron blancas. Pidió a sus socorristas que la dejaran descansar. Sus piernas estaban dobladas y era imposible liberarla. Omayra sufrió durante casi tres noches, aproximadamente 60 horas, antes de morir aproximadamente a las 10:05 del 16 de noviembre de 1985, probablemente debido a la gangrena o hipotermia.