Los vecinos del Casco Antiguo de Logroño: “El ocio nocturno se está yendo de las manos”
El Ayuntamiento ha puesto el ojo en el ocio nocturno en una capítulo más por la conciliación entre los hosteleros y los vecinos.
Guadalajara - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Desde el miércoles el Ayuntamiento ha suspendo la concesión de nuevas terrazas en la zona para intentar evitar que el problema se agrande. Y ese es solo el primer paso, en el próximo pleno municipal, la semana que viene, el Gobierno va a proponer que suspendan las licencias de actividad en los establecimientos de tipo 1 y tipo 2, es decir, los locales de ocio como pubs, discotecas, café cantantes, etc) del Casco Antiguo, si se aprueba lo harán también durante un año. Los locales de la zona, la mayoría guardan silencio ante esto, otros protestan y aseguran que el problema del ruido no es cosa suya.
Como Mario, camarero en uno de estos locales del centro, que asegura que “más que el tema de las terrazas, el problema es la gente en sí, el público en general que no mantiene la normativa”, incide además en que “las terrazas no arman tanto bullicio, sino la gente que sale de los locales y con las copas en la mano”.
¿A QUIÉN AFECTA ESTO?
La mirada del Ayuntamiento esta puesta en los locales pero se pretende que los que deben notar el cambio son los vecinos, claro. El objetivo de esto es esa conciliación. El principal escollo es localizar el problema: los bares señalan a la gente de la calle y los vecinos piden más responsabilidad a los locales. José Luis, que lleva años viviendo en la calle Bretón de los Herreros, es el ejemplo del choque de opiniones entre vecinos u hosteleros, critica que “los de los bares dicen que los de la calle no es responsabilidad suya, pero claro, están bebiendo en su bar y les van a abonar en su bar”.
José Luis lleva más de 60 años viviendo en la zona y asegura que nunca ha estado tan mal como ahora. “Es lunes, martes, miércoles... todos los días del año. Y hay ruido, realmente ruido, la gente grita e incluso el otro día hubo una pelea aquí”. Cree que el problema es que ha habido manga ancha a la noche del casco por parte de la Policía Local que, dice, actúa de forma contradictoria: “No entiendo que normativa hay aquí”, e ironiza, “se permite a la gente gritar por la calle a altas horas de la madrugada y yo no puedo hacer a las 12 del mediodía con una cerveza en la mano”.
En las últimas semanas se ha intensificado el numero de actuaciones policiales en la zona, desde que se puso en marcha el plan del Ayuntamiento se han tramitado 136 denuncias por infracciones como orinar en la vía publica, dar voces o causar molestias de madrugada y a los bares se les ha dado un toque también, sobre todo por la delimitación de las terrazas o por el alto volumen de la música, ya se han puesto dos denuncias por no cerrar a la hora establecida.