Los secretos que desconoces para servir el queso
¿Cuáles son las normas del protocolo del queso que debes conocer?
Logroño - Publicado el - Actualizado
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España es un país que consume quesos, hay hasta 150 variedades entre quesos de vaca, cabra, oveja y quesos de mezcla con diferentes sabores, aromas y texturas, según los gustos y las preferencias del consumidor.
La Organización Interprofesional Láctea (INLAC), que defiende la producción nacional de calidad, cifra en 300 millones los kilos de queso que se importan cada año al exterior aunque en España, el consumo de queso es uno de los más bajos de Europa (7,78 kilos de media al año; muy lejos de los 17,2 kilos de media en la UE) y, a nivel global, nuestro país ocupa la trigésimo séptima posición mundial. En todo caso, debe reconocerse que el queso es un alimento clásico para todos, al formar parte de la cesta de la compra del 89 % de los españoles.
LAS NORMAS DEL PROTOCOLO DEL QUESO
Comer queso nos aporta proteínas, calcio y fósforo y, además, es un de ingrediente delicioso para presentar en la mesa. Son muchas las variedades para elegir pero ¿Cuáles son las normas del protocolo del queso que debes conocer?:
1 TEMPERATURA AMBIENTE DEL QUESO
Es importante sacar el queso de la nevera al menos media hora antes de consumirlo. A temperatura ambiente se aprecia mejor el sabor. También, se aconseja conservarlo en su envoltorio original y esperar al último momento antes de cortarlo, para evitar que se reseque excesivamente.
2 EL CORTE DEL QUESO
Cada queso tiene su forma y tamaño, así que para evitar desperdicios innecesarios y hacer más apetecible cada trozo, es imprescindible usar una técnica adecuada para cortar cada tipo. Los curados como el Manchego o el Idiazábal se cortan en forma de cuña y después triangular. Los duros como el Parmesano o el Mahón muy curado se rompen en trozos o en lascas.
Los de poco volumen o untables se suelen presentar enteros para que cada comensal se sirva la porción que desee, al igual que los cremosos como el Brie o el Camembert.
3 EL SURTIDO DE QUESOS
Una tabla de madera o pizarra de quesos son buenos soportes para ofrecer un buen surtido. Una combinación clásica debe tener en cuenta los distintos tipos: queso de pasta dura, queso de corte, queso de pasta blanda con moho exterior, queso azul y queso fresco. Para una tabla pequeña bastarán cuatro o cinco clases de quesos. El orden de degustación más sensato de los quesos debe ser de los de menor sabor a los más fuertes.
4 EL QUESO Y LA FRUTA
Con fruta fresca es siempre una buena idea. Acompañar una tabla de quesos con higos, peras, uvas o manzanas no es solo una cuestión estética. Las más ácidas sirven para limpiar el paladar entre queso y queso. Y otras, como las fresas, grosellas o frambuesas acompañan deliciosamente a, por ejemplo, los quesos de cabra.
5 EL QUESO Y EL PAN
Servir el queso con pan es imprescindible. Lo ideal es disponer de un mínimo de tres panes, blanco o baguette, tostado y de cereales. Otro tipo de panes que acompañan muy bien a los quesos son el de centeno, que encaja con quesos de cabra, el de nueces, que acompaña se toma con quesos semicurados y azules. Con pasas, estupendo para tomar con quesos muy curados; el pan vienés con todo tipo de quesos y el pan blanco tostado a las tortas extremeñas.
6 EL QUESO, LOS FRUTOS SECOS Y OTROS ACOMPAÑAMIENTOS
Los frutos secos pueden tomarse entre queso y queso, especialmente si se trata de las nueces y las avellanas. Otros frutos como dátiles, higos, pasas o castañas son también idóneos para acompañar una tabla de quesos. Potencian, además, el sabor de los quesos curados. La mezcla con hierbas aromáticas como romero, tomillo u orégano, les va muy bien tanto a los quesos tipo fresco como a los curados. También se puede añadir elementos de color, como tomates cherry, tiras de apio, zanahoria o rábanos.
7 MARIDAR EL QUESO
Los licores dulces acompañan a la perfección a los quesos de postre. En general, los espumosos más ligeros y frescos como el cava son los más recomendables porque limpian el paladar y no enmascaran los sabores. El vino blanco y la sidra son la mejor opción para acompañar quesos más suaves y tiernos. El vino tinto y los blancos fermentados conviene reservarlos para quesos más curados, especialmente los de leche de oveja.