El atleta Sergio Fernández repasa su carrera de atleta y su experiencia en los Juegos Olímpicos

El atleta Sergio Fernández repasa su carrera de atleta y su experiencia en los Juegos Olímpicos con motivo del centenario de la Federación Navarra de Atletismo.

El atleta de Barañáin, Sergio Fernández, nació el 1 de abril de 1993. Curiosamente nueve meses después de los Juegos Olímpicos de Barcelona, un hito inolvidable para el atletismo nacional. La carrera de Sergio es veloz, en todos los aspectos. Debuta en 2014 en la selección española y dos años más tarde ya estaba en Río compitiendo con la bandera olímpica. Una carrera meteórica que sigue en la órbita olímpica y que mantiene encendida la llama de vivir sus terceros Juegos.

Sergio es especialista en los 400 metros vallas, ha participado en dos Juegos Olímpicos; Río 2016 y Tokio 2020. Ha logrado una plata en el Campeonato Europeo de Atletismo de 2016 celebrado en Ámsterdam. Una competición que le abrió las puertas, con 23 años, a disputar la competición deportiva más importante del mundo. Se acuerda de sus padres y familia por ayudarle a hacer deporte y por darle una educación con valores como el esfuerzo o la constancia. Uno de los nombres propios que menciona en sus inicios es el de Rubén, su primo, de quien dice que fue un poco “la estela a seguir”. A partir de ahí fueron clave sus entrenadores, no olvida a los Luis Requetibate en Barañáin, Félix Navarro en Pamplona, Jesús Álvarez en Madrid y, ahora, a Álex Codina en Barcelona.

Barañáin fue el inicio de todo. Es el lugar dónde creció y empezó con el atletismo y el lugar en el que le esperan sus amigos. Su primer recuerdo que le viene a la mente practicando atletismo son “la San Silvestre de Pamplona y las carreras en Barañáin”. También recuerda con cariño cuando veía por la tele a esos atletas “superhéroes” mientras jugaba con su hermana a acertar quien iba a ser el ganador. Entre sus referentes reconoce que tiene a cuatro navarros que han sido vallistas y al propio Usain Bolt, del que destaca “la elegancia que desprende al correr”.

Sergio recuerda perfectamente momentos tan especiales como la primera vez que fue a un Internacional con la selección siendo Junior o las clasificaciones para los Juegos Olímpicos. En la otra cara de la moneda están momentos como el último Mundial disputado en Budapest, una competición que no salió como deseaba pese a que llegaba en forma. Lo bueno y lo malo del atletismo hace que vea al deporte como una “filosofía de vida” en la que “la constancia y la capacidad de lucha para insistir” son valores clave. Reconoce que es “meticuloso y muy centrado entrenando”, pero que por encima de todo es “un tío muy motivado” y que quiere ir siempre al 100%. Tanto es así que se considera “un animal compitiendo” y por eso siempre confía en que es capaz de ganar, “aunque luego la competición te ponga en tu lugar”.

El vallista reconoce que da “vértigo” pensar en los terceros juegos, pero desde la más absoluta humildad admite que sueña con París, pero que incluso no descarta luchar para estar en Los Ángeles 2028. “Me encanta lo que hago, y mientras el cuerpo me respete y mantenga el nivel me encantaría continuar” afirma. Sergio muestra una ilusión contagiosa y por eso recomienda a quienes empiezan a practicar atletismo que “hagan las cosas con pasión y que disfruten”. Aconseja esforzarse y absorber todo lo que da el atletismo. Huye de algunos eslóganes del deporte y aconseja que cada uno busque su techo, el objetivo es competir con uno mismo y buscar ser mejor cada día.

Se muestra orgulloso de ver que cada vez hay más licencias de atletismo en la Comunidad Foral, valora el trabajo que está haciendo la Federación con Rodrigo Domínguez a la cabeza, la función que se hace en los clubes y que haya referentes como Asier Martínez. Considera que hay que felicitar el trabajo que se está haciendo desde la Federación Navarra de Atletismo y señala que hay que agradecer todo lo que hacen por la familia del atletismo.

Los Juegos Olímpicos

Sergio Fernández vivió su primera cita olímpica en Río 2016. Con 23 años volvió a demostrar su capacidad de mejorar y su pasión por el atletismo. Logró batir el récord de España de 400 metros vallas y dejarlo en 48.87, una carrera inolvidable, por mucho que no le permitiera meterse en la final. Tokio 2020 fue su segunda participación, unos Juegos diferentes, inmersos en una pandemia y que retrasaron sus fechas hasta 2021. Fueron años complicados, con lesiones, pero pudo disfrutar de su segunda participación, auque no fue su mejor actuación. Un animal competitivo como él no se iba a rendir y ahora lucha y sueña con paso firme por estar en París 2024. En 2023 ha logrado bajar por tercera vez de los 49 segundos y todavía quiere más. El atleta navarro ha dejado atrás sus problemas físicos y ya corre, y salta, soñando con París 2024.