Una psicóloga deportiva explica el error que no deben cometer las familias tras una competición: "Si no sabes qué decir..."
Las familias, padres, madres y parejas tienen una influencia clave en quien practica el deporte: "No restemos"

Una psicóloga deportiva da un consejo fundamental para las familias: "". Foto: Canva
Pamplona - Publicado el - Actualizado
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Una doctora en psicóloga, diplomada en Magisterio y con un Máster en Psicología de la Actividad Física y Deporte nos deja un consejo fundamental para las familias ante las competiciones deportivas. Es una advertencia para padres, madres y parejas que nos permitirá ayudarles, y así evitar cometer errores que les puedan perjudicar.
Una de las primeras cosas que hay que saber es la pregunta que no debemos hacer al terminar una competición: "¿Has ganado?". No ayuda nada, especialmente en edades de formación, que la primera pregunta sea por el marcador. El resultado es algo que no depende exclusivamente del deportista.
Para evitar esa pregunta, es más fácil formularla de la siguiente manera: "¿Qué tal te ha ido?". De esta manera vamos a saber a qué le da importancia y con qué sensaciones ha terminado la competición.
La psicóloga deportiva Montse Ruiz ha hablado en COPE Navarra. En los micrófonos azules ha dado el consejo fundamental para las familias tras una competición. En muchas ocasiones, además de evitar que la primera pregunta sea por el resultado, es importante no equivocarse. Hay situaciones en las que no es fácil saber qué decir, por lo que el consejo es muy claro: "Si no sabes qué decir, escucha".
"El único que ejecuta la acción es el deportista, entonces el que mejor sabe las experiencias que tiene es él, si venimos desde fuera dándole consejos sin haber escuchado antes, sin haber visto su autoconocimiento igual vas a dar estrategias que no van a servir de nada, entonces lo que estás haciendo es un mal servicio" explica Montse.
JORNADA DE FORMACIÓN CEIMD-INDAF
Nueva jornada de psicología deportiva LA PSICOLOGÍA DE LA OPTIMIZACIÓN DEL RENDIMIENTO organizada desde CEIMD-INDAF. Dará la jornada Montse Ruiz.
Contenidos:
- Experiencias psicobiosociales y su impacto en el rendimiento deportivo.
- Enfoque teórico-práctico para la regulación emocional y de la ejecución deportiva.
- Estrategias para la optimización de las experiencias y el rendimiento
MONTSE RUIZ
· Doctora en psicología (especialidad en Psicología del Deporte) por la Universidad de Jyväskylä, Finlandia.
· Máster en Psicología de la Actividad Física y Deporte.
· Licenciada en Psicología.
· Diplomada en Magisterio.
15 de abril de 2025, martes
Horario: 18:00-19:30
Lugar: CEIMD. C/ Julián Gayarre s/n
PSICOLOGÍA DEPORTIVA
La psicología deportiva, una disciplina que hoy resulta fundamental en el alto rendimiento y el bienestar de los atletas, tiene una historia que se remonta mucho más atrás de lo que muchos imaginan. Sus raíces pueden rastrearse hasta la antigua Grecia, donde ya se reconocía la importancia de la mente en el rendimiento atlético. Los filósofos griegos, como Platón y Aristóteles, discutían sobre la conexión entre cuerpo y mente, y los atletas olímpicos practicaban técnicas de preparación mental para optimizar su desempeño.
Sin embargo, la psicología deportiva como campo científico comenzó a tomar forma a finales del siglo XIX y principios del XX. Fue en este periodo cuando se realizaron los primeros estudios sistemáticos sobre los factores psicológicos que influyen en el rendimiento deportivo, especialmente en Estados Unidos y Gran Bretaña. En la década de 1920, el estadounidense Coleman Griffith se consolidó como el “padre de la psicología deportiva”, estableciendo el primer laboratorio de investigación en la Universidad de Illinois y colaborando con equipos profesionales como los Chicago Cubs.
Griffith no solo investigó, sino que también impartió el primer curso universitario sobre psicología y deporte, y publicó obras pioneras que subrayaban la importancia de la mente en la competición. Su trabajo sentó las bases para que, en las décadas siguientes, la psicología deportiva se consolidara como una disciplina académica y profesional, especialmente a partir de los años 60 y 70, cuando se fundaron asociaciones internacionales y programas de formación especializados.
Durante este periodo de consolidación, la psicología deportiva amplió su enfoque. Inicialmente centrada en la motivación y la concentración, pronto incorporó áreas como la autoconfianza, la gestión emocional, la planificación del entrenamiento y la recuperación de lesiones. El reconocimiento global llegó en los años 80, cuando los psicólogos deportivos comenzaron a integrarse en equipos olímpicos y profesionales, colaborando estrechamente con entrenadores y atletas para optimizar el rendimiento y el bienestar mental.
En países de habla hispana, la psicología deportiva empezó a ganar terreno en las décadas de 1960 y 1970, con la aparición de los primeros profesionales y académicos dedicados a esta área. La fundación de la Sociedad Internacional de Psicología del Deporte (ISSP) en 1965 marcó un hito, institucionalizando la disciplina y promoviendo la investigación y la divulgación de sus beneficios.
Hoy, la psicología deportiva es reconocida por su impacto en el rendimiento atlético. Ayuda a los deportistas a controlar la ansiedad y el estrés, mejorar la concentración, fortalecer la autoconfianza y gestionar la presión competitiva. Técnicas como la visualización, la relajación y el establecimiento de metas se han convertido en herramientas habituales para atletas de élite y amateurs por igual.
Además, la disciplina ha trascendido el ámbito deportivo, aplicándose en áreas como el coaching empresarial y el desarrollo personal. La demanda de psicólogos deportivos sigue creciendo, impulsada por la búsqueda de un rendimiento óptimo y un equilibrio entre la salud física y mental.
En definitiva, la historia de la psicología deportiva es la historia de la evolución del deporte mismo: de la simple competencia física a la comprensión integral del ser humano, donde la mente y el cuerpo trabajan en armonía para alcanzar el máximo potencial.