ETA
Carmen Imaz, hija del primer asesinado por ETA en Navarra, con "pena y vergüenza" ante los socios de gobierno
La hija se ha mostrado contundente ante el peso de Bildu en los gobierno navarro y español: "¡Qué pena y qué vergüenza"
Pamplona - Publicado el - Actualizado
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Cuatro placas colocadas en los lugares de sus atentados recuerdan en Pamplona a las víctimas de ETA Joaquín Imaz, Carlos Sanz, Alfredo Aguirre y Francisco Miguel. La hija de Joaquín, Carmen, ha querido agradecer “a quienes lo han hecho posible” a la vez que ha mostrado su disgusto que ETA sean “los mismos que hoy son los socios del gobierno de Navarra y de España”.
Carmen ha comenzado agradeciendo que el recuerdo de su padre “permanezca” con las palabras en latín “Verba volant, scripta manent”, que significan “Las palabras vuelan, y lo escrito permanece”. El 26 de noviembre de 1977 ETA asesinaba a Joaquín Imaz Martínez, comandante jefe de la Policía Armada de Pamplona, era el primer asesinado de la banda terrorista en Navarra. Su hija se ha mostrado esta mañana contundente cuando se ha descubierto la placa en el lugar en el que ETA asesinó a su padre: “Aquí hace más de 43 años cayó asesinado por la espalda por miembros de la banda terrorista ETA, los mismos que hoy son los socios del gobierno de Navarra y de España”. “¡Qué pena Navarra, qué pena España, qué pena y qué vergüenza!” ha afirmado para recordar que “está en nuestras manos cambiar esto, que los navarros volvamos a ser los que éramos, que recuperemos esto que nos están quitando, que estamos perdiendo”. Ha terminando preguntando: “¿Dónde ha quedado la Navarra que todos conocíamos?”.
Cuatro placas colocadas esta mañana en tres lugares en los que ETA perpetró atentados mortales en Pamplona recuerdan a las víctimas Joaquín Imaz Martínez, Carlos Sanz Biurrun, Alfredo Aguirre Belascoáin y Francisco Miguel Sánchez. Un sencillo acto en cada uno de esos lugares, con presencia de familiares de las cuatro víctimas, ha servido como homenaje, reconocimiento y dignificación de su memoria. Durante este mes de marzo y el próximo mes de abril se colocarán más placas en los distintos lugares en los que ETA asesinó en Pamplona.
El Ayuntamiento de Pamplona y la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA (ANVITE) firmaron en septiembre del año pasado un convenio de colaboración para llevar a cabo esta iniciativa. Esta mañana el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y el presidente de ANVITE, José Ignacio Toca, han participado en los actos institucionales de colocación de estas primeras placas que han tenido lugar en tres lugares en los que ETA atentó mortalmente. A esos actos han asistido también otras autoridades como el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, y el presidente del Parlamento, Unai Hualde.
Asimismo, han participado el jefe superior de la Policía Nacional en Navarra, José María Borja, el jefe de la Policía Foral, Juan Calos Zapico, el coronel jefe de la Guardia Civil en Navarra, José Santiago Martín, el comandante militar de Navarra, Francisco Martínez Lozano, y el jefe de la Policía Municipal de Pamplona, Javier Goya. A nivel político, han acudido tanto concejales y concejales como portavoces parlamentarios de todos los grupos con representación en el Ayuntamiento de Pamplona y el Parlamento Foral, excepto de EH Bildu. Por último, han asistido representantes de asociaciones ciudadanas y de víctimas como la Fundación Tomás Caballero, la Fundación Víctimas del Terrorismo, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Vecinos de Paz o Libertad Ya.
Tres lugares de memoria
La primera placa se ha colocado en el lugar en el que el 26 de noviembre de 1977 ETA asesinó a su primera víctima en Pamplona. El comandante jefe de la Infantería Armada, Joaquín Imaz, fue tiroteado cuando se dirigía a su coche, aparcado en la Plaza de Toros. En la calle Arrieta, frente al número 11, una placa recuerda desde esta mañana ese asesinato. Su hija, María del Carmen Imaz, ha dedicado unas palabras y ha recibido una réplica de esa placa.
Después, se han traslado a la calle Juan de Labrit 25, donde murió asesinado a tiros el 8 de octubre de 1979 el policía nacional Carlos Sanz Biurrun. Dos terroristas le dispararon varios tiros a bocajarro, poco antes de las tres de la tarde, cuando cerraba su vehículo tras haberlo aparcado en la zona. La hermana de Carlos Sanz, Maria Sanz, ha dedicado unas palabras de agradecimiento y ha recibido también una réplica de la placa.
Por último, se ha recordado en la Bajada de Javier número 16 al joven de 13 años Alfredo Aguirre Belascoáin y al policía nacional Francisco Miguel Sánchez. Ambos murieron asesinados el 30 de mayo de 1985 tras explotar una bomba colocada en una bolsa de basura que se depositó junto al portal del edificio. La hija de Francisco Miguel, Verónica Miguel, ha sido la que ha recibido la placa en honor a su padre, al que ha dedicado también unas breves palabras. También han recibido la réplica de la placa Carmen Belascoáin, madre de Alfredo Aguirre, y Luis Aguirre, hermano de la víctima.
En las placas colocadas consta el nombre de la víctima y la leyenda “fue asesinado (o asesinada) por la banda terrorista ETA el día (fecha del atentado). Verdad, memoria, dignidad y justicia”. En los tres actos de esta mañana, al igual que en los que llevarán a cabo durante los meses de marzo y abril, se ha realizado una ofrenda floral en honor de las víctimas y se ha guardado un minuto de silencio en su recuerdo.