Se adelanta la procesionaria, que puede ser un problema de salud pública: "Los aniquila"
Julen Rekondo indica las causas del adelanto de la procesionaria e indica qué puede acabar con ella

Una hilera de procesionaria ya en la tierra.
Pamplona - Publicado el
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La procesionaria se ha adelantado. Cada año parece adelantarse más y en febrero ya hemos visto importantes hileras de este insecto. Las larvas de la oruga procesionaria se apiñan durante el invierno a unos bolsones que penden de los árboles. Una bolsa blanca que es fácilmente visible en el mes de febrero, sobre todo.
La bajada de los árboles de estos insectos se está adelantando cada vez más. Esto es algo que sucedía normalmente sobre los meses de abril y mayo. Pero las suaves temperaturas de los últimos inviernos y la falta de lluvias provoca que se adelante esta bajada. “Enero y febrero han sido bastante calurosos y ha habido pocas lluvias. También el cambio climático”. Además, la procesionaria tiene depredadores naturales como las hormigas y ciertas aves. “El cuco y la bubilla los aniquila, comen y todo de tipo de orugas. Lo que pasa es que están en África, todavía no han vuelto”, indica el experto medioambiental Julen Rekondo.
Ya en febrero se ve estas características largas hileras de estas llamativas orugas, en su marcha anual para buscar un lugar donde enterrarse y empezar su metamorfosis. Algo que inquieta a seres humanos, a los pequeños especialmente, y a las mascotas, perros mayoritariamente.
Además de su impacto en los bosques, la procesionaria suele ser tenida en cuenta como un problema de salud pública porque representa un peligro para niños y animales que se encuentren en zonas donde habitan las orugas. Y es que las orugas están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como intensas reacciones alérgicas.
Para los niños, el riesgo de entrar en contacto con las esporas de la oruga puede traducirse en sufrir una urticaria, pero en los perros puede llegar a ser algo mortal en caso de inflamar las vías respiratorias. “Los perros, sobre todo cachorros jóvenes, con esa conducta exploratoria y atractiva que tienen, pueden llegar a chupar la larva. Ahí es donde esa se produce la urticaria y se puede convertir en una necrosis. Con pérdida incluso de parte de la lengua, de parte de las zonas del hocico afectadas, incluso con una inflamación muy potente que le puede afectar a la propia viabilidad de la vida del animal”.
¿Qué se puede hacer si se encuentra procesionaria en un paseo? Lo primero que hay que hacer es tener mucho cuidado y vigilar al animal para que no arrimen el hocico a las orugas. Si se puede evitar, hay que acudir al veterinario rápidamente.
Medidas para evitar la procesionaria
¿Hay medidas que puedan minimizar estos ejemplares? Según explica Rekondo, antes se fumigaba, ahora hay otro tipos de medidas más allá de las naturales. “Una inyección, por así decirlo, que se aplica un poco en el tronco del pino y que se administra, por así decirlo, por vía intramuscular. En el propio tronco del árbol y de alguna manera la plaga se ve afectada por este producto”, asegura Rekondo.
No es plaga, pero sí hay riesgo para la salud pública. En el espacio forestal hay que tener cuidado sobre todo con los niños y con las mascotas y animales de caza.