Apertura del Año Jubilar en Navarra
El arzobispo Roselló llama a "construir una sociedad más justa y solidaria" con "menos ruido y más amabilidad"
Pamplona - Publicado el - Actualizado
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Alrededor de 2000 personas acudieron a la apertura del Año Jubilar de la Esperanza en la Catedral de Pamplona. Una Eucaristía presidida por el Arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florencio Roselló, y concelebrado con el Abad de Leyre, Provincial de los Carmelitas Descalzos, Cabildo y 72 sacerdotes. Además, asistieron diáconos y acólitos.
La celebración en la Catedral de la capital comenzó tras la procesión desde la plaza arzobispal de Pamplona.
Previamente, por la mañana, se inauguraba también el Año Santo Jubilar en Tudela. Al igual que en Pamplona, la Catedral estaba muy llena. De hecho, el arzobispo puntualizó “más que en el día de mi toma de posesión" .
En la homilía el arzobispo Roselló, llamó a construir "entre todos" una sociedad "más justa y solidaria" con "menos ruido y más amabilidad" y en la que se "respete los derechos humanos de los migrantes y de las víctimas de trata".
Resaltó, además, que el Jubileo es "un tiempo especial de conversión, de cambio. Es un volver a empezar mirando con optimismo el futuro y dejando atrás el pecado. Un tiempo de manifestar el cambio a través de gestos, de acciones concretas". "El Jubileo no se gana solo peregrinando o participando en celebraciones, si no hay cambio interior, no hay Jubileo", precisó.
Roselló recordó que la diócesis de Pamplona y Tudela, además de declarar las catedrales de Tudela y Pamplona como "templos jubilares", he determinado cuatro "centros de dolor y de llaga humana" como jubilares: el Centro Padre Menni de Elizondo, la Casa de la Misericordia en Pamplona, el Hospital Reina Sofía de Tudela y la cárcel de Pamplona. Invita a "visitar y ganar el jubileo" también en esos cuatro lugares.
El arzobispo de Pamplona expresó su deseo de que en este Jubileo participen "responsables políticos, grandes empresarios, dirigentes de entidades importantes" para que "entre todos podamos construir una sociedad más justa y solidaria". "En Navarra, en España y en el mundo, necesitamos una sociedad con menos ruido y más amabilidad. Una sociedad con menos crispación y más serenidad. Una sociedad con más consenso y menos rivalidad. Una sociedad que ponga en el centro a la persona y no el capital. Una sociedad de las oportunidades y no del castigo. Una sociedad mucho más humana y menos fría", reivindicó.
De la misma manera, afirmó que "nuestra sociedad necesita sosiego, tranquilidad, paz social y personal. De esta forma conseguiremos una sociedad más habitable y más justa. A la vez que la anhelada paz en los muchos países que viven en guerra".
El arzobispo destacó que este año Jubilar "demanda de cada uno de nosotros una actitud positiva" y ha advertido del "peligro de vivir el Jubileo adoptando una actitud pasiva, casi negligente, esperando que se me conceda todo". "El Jubileo me lleva a peregrinar, a ponerme en camino, a salir de mí mismo, de mi comodidad, a ponerme al servicio", remarcó.
Por ello, dijo que "ser signos de esperanza es ser portador del mensaje del evangelio, del amor de Dios en ambientes de dolor y de sufrimiento. El Jubileo de la esperanza no se realiza solo, no podemos quedarnos parados, necesita signos visibles" y "tangibles" que "somos nosotros".
En este sentido, tuvo un recuerdo especial para los afectados por la DANA en Valencia. "¿Es posible la esperanza en una situación así? ¿Es posible creer que la esperanza no defrauda? Mucha de esta esperanza depende de nosotros".
Florencio Roselló también recordó que el Papa Francisco quiere que este año Jubilar "sea un mensaje de esperanza para la gente que sufre, para los que no tienen esperanza o están desencantados de esperar. Nos invita a mirar a las personas que todo les ha fallado, que no tienen esperanza, que no confían, para que este año del Jubileo de la esperanza seamos buena noticia, seamos luz, seamos esperanza". "Los presos, los enfermos, los jóvenes, los migrantes, los ancianos, los pobres, están esperando de la iglesia signos de esperanza, buenas noticias. No podemos fallarles".
A estos grupos añadió "a las víctimas de la trata, a las víctimas de abusos, víctimas de violencia de género, al maltratado mundo del trabajo, que también esperan que este año Jubilar sea para ellos un año de esperanza".