SUCESOS

Desarticulada la organización criminal que explotó laboralmente a un hombre en Caparroso durante 17 años

Los explotadores se habrían beneficiado de más de 100.000 euros con las prestaciones solicitadas a nombre de la víctima sin su conocimiento

Desarticulada la organización criminal que explotó laboralmente a un hombre en Caparroso durante 17 años

Guardia Civil

Desarticulada la organización criminal que explotó laboralmente a un hombre en Caparroso durante 17 años

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

La Guardia Civil, en la denominada operación “Lucendi”, ha desarticulado una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral en la localidad navarra de Caparroso. En total han sido detenidas cuatro personas por su supuesta implicación en la explotación laboral de un hombre durante 17 años.

Han sido detenidas cuatro personas y se han realizado dos
entradas y registros domiciliarios, además de otra en un camión
vivienda

Guardia Civil

Han sido detenidas cuatro personas y se han realizado dos entradas y registros domiciliarios, además de otra en un camión vivienda

▪️ Han sido detenidas cuatro personas y se han realizado dos entradas y registros domiciliarios, además de otra en un camión vivienda

▪️ Los explotadores se habrían beneficiado de más de 100.000 euros con las prestaciones solicitadas a nombre de la víctima sin su conocimiento

▪️ Se han localizado numerosos indicios de trata de seres humanos en la estancia donde residía la víctima y se han aprehendido 120.000 euros en efectivo

La familia de la víctima denunció en 2009 que había perdido el contacto con él en 2003 y que tenía diversos problemas médicos y económicos. El pasado mes de marzo la Guardia Civil, en la denominada operación “investigación Desbizca”, localizó en Caparroso a este hombre el cual estaba desde 2007 viajando con una familia de feriantes.

Los investigadores descubrieron que la víctima cobraba una serie de ayudas, como la prestación por desempleo, la pensión y la declaración de la renta, en una cuenta bancaria de la que era titular, pero era otra persona la que se desplazaba a un cajero de Caparroso para retirar el dinero. Una vez puesto en contacto el desaparecido con su hija, éste expresó su deseo de irse a vivir con ella y abandonar la familia con la que convivía ya que “lo tenían como un esclavo” e impedían las visitas de su hija a la vivienda donde residía su padre alegando continuas excusas sin motivos lógicos.

Las declaraciones de esta persona, una vez acompañadas por los investigadores a su domicilio familiar, hicieron sospechar a los agentes de que podría tratarse de una víctima de trata de seres humanos con fines de explotación laboral: le obligaban a despertarse media hora antes que el resto para encender la lumbre, poner lavadoras, doblar ropa y realizar tareas de limpieza. También se encargaba del mantenimiento y supervisión de las atracciones infantiles en la época en la que se desplazaban a las diferentes ferias de municipios, así como de su limpieza de la mañana a la noche, todo ello sin percibir remuneración alguna.

Asimismo, tampoco tenía acceso libre a la comida o a la bebida y le obligaban a comer separado del resto, principalmente su alimentación se basaba en bocadillos. El tabaco también se lo facilitaban, no permitiéndole pedirlo o comprarlo.

Dormía en la cabeza tractora del camión vivienda durante el periodo ferial, teniendo prohibido el acceso a las habitaciones del remolque de la familia, excepto para realizar su limpieza. En este remolque existía un baño para el uso exclusivamente del clan familiar, por lo que la víctima tenía que ducharse en la vía pública con una manguera del camión, realizando también sus necesidades en un lugar apartado de la calle.

Los detenidos poseen una vivienda en Portugal y cuando viajaban allí, la víctima dormía en el garaje sobre un colchón, no tenía acceso a la televisión ni al teléfono, ni permiso para salir sin ser acompañado, salvo para realizar recados puntuales o comprar con el dinero justo, justificando el gasto con un ticket de compra.

Además, la víctima declaró sentirse amedrentado por el trato agresivo de algunos miembros del clan familiar. No tenía acceso a su tarjeta sanitaria ni a su DNI y desconocía que estaba percibiendo una prestación económica a su nombre durante años. En total los detenidos se habrían beneficiado de más de 100.000 euros por las distintas prestaciones solicitadas a nombre de la víctima.

Por todos estos hechos, el pasado miércoles 20 de noviembre fueron realizadas dos entradas y registros en dos domicilios y en un camión vivienda en la localidad de Caparroso (Navarra), interviniéndose más de 120.000 euros en efectivo, la cartilla bancaria de la víctima, así como resguardos de solicitud de distintas prestaciones a su nombre y otros efectos personales tales como fotos familiares, pulsera sanitaria, ropa, etc. Además, han sido intervenidos dos terminales telefónicos para su estudio. De los indicadores de trata de seres humanos detectados durante las entradas y registros destaca que la documentación de la víctima estaba bajo llave y en posesión de uno de los detenidos, la estancia donde pernoctaba presentaba unas condiciones insalubres y deplorables, que nada tenía que ver con el resto de las estancias donde habitaba la familia, sus escasas pertenencias se limitaban a un antiguo álbum de fotos de sus hijos, un despertador y un portafolios. La víctima tenía una dependencia total de la organización criminal quienes le daban de comer o le donaban en ocasiones ropa. La residencia se hallaba en una zona apartada teniendo que utilizar vehículo para lograr contacto con otros habitantes de la localidad, por lo que la víctima dependía totalmente de que le trasladasen, no podía tener ningún contacto con el exterior. Han sido detenidas cuatro personas pertenecientes a la misma familia por delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico. La investigación, que ha sido llevaba a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Bizkaia, está siendo dirigida por el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº1 de Tafalla (Navarra) y la Fiscalía de la Comunidad Foral de Navarra. Han participado la UOPJ Navarra, el Grupo de Acción Rápida, Servicio Cinológico de Cantabria, Equipo PEGASO Navarra. Las investigaciones continúan abiertas y no se descartan más detenciones.

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