Experto en suicidios afirma que "es prevenible" y que siguen existiendo "muchos mitos"

En España hay más de 4.000 muertes por suicidio al año. Lo que supone aproximadamente 11 al día. Casi una persona cada 2 horas. En el mundo, hay más muertes por suicidio que por armas de fuego, incluidas las guerras. Sin duda, es uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la sociedad. Aunque lo cierto es que durante mucho tiempo se ha silenciado esta situación. 

Sólo en Navarra, una persona muere por suicidio por semana, aunque esto “es sólo la punta del iceberg”, según indica José Javier López Goñi, Catedrático en el Departamento de Ciencias de la Salud de la UPNA. “Lo que tenemos estimado es que por cada muerte por suicidio hay 20 personas que lo intentan. Y además muchas de ellas, si no lo consiguen, reinciden”.

José Javier López Goñi asegura que hay que hablar sobre el suicidio, sobre este gran reto. Hay que romper todos esos mitos que todavía existen alrededor de este tema. Por ejemplo, pensar “que la muerte por suicidio es de cobardes o de valientes”. Otro de los mitos es “considerar que nos están fallando las personas que intentan suicidarse”. Y, por último, otro de los mitos es pensar que hablar sobre ello ante una persona que sufre le estimula: “Que si hablamos con una persona y le preguntamos abiertamente si está pensando en acabar con su vida, le vamos a dar una idea que no tiene”. La realidad, asegura López Goñi, “es otra”.

Eso sí, hay que hablar con mucho con responsabilidad y escuchar activamente a las personas que sufren alrededor.

Desde la UPNA se está realizando un proyecto de investigación para intentar reducir esta tasa de suicidios tan altos y parten de dos premisas. La primera, es que es prevenible. “Es algo prevenible. En la medida en que es prevenible, es evitable. Consideramos que antes de llegar al intento de suicidio o a la muerte por suicidio, se recorre un camino. Un camino en el que la persona previamente ha tenido un deseo inespecífico de morir, ha podido tener ya luego unas ideas de acabar con su vida, planifica... hasta llegar al que sería el final del camino”.

La segunda premisa es que las personas que se suicidan no tienen un deseo expreso de quitarse la vida. Tienen un deseo de terminar con el sufrimiento y no ven otra salida que la muerte. Pero es distinto. “En la mayoría de los casos, las personas no buscan morir, sino que lo que buscan es acabar con un sufrimiento terrible al que no le ven salida”.

Esta investigación de la UPNA se centra en las adicciones. Y es que en la raíz de todo suicidio está el sufrimiento. “Si sabemos que la base es el sufrimiento, tenemos que mirar donde hay sufrimiento. Hay poblaciones específicas que tienen mucho sufrimiento”. Por eso esta investigación se centra en las adicciones, porque los estudios indican que en las adicciones se concentra mucho sufrimiento. “Todos los posibles sufrimientos que puede tener una persona es en el ámbito de las adicciones”. De hecho, en personas con adicciones, la tasa de suicidio se multiplica por 10 o incluso por más.