El problema de la dromomanía, la obsesión por viajar: “Solo viajando se encuentran bien"

"El viajar es un placer" y así nos lo dice la mítica canción de los payasos de la tele. Organizar y realizar un viaje supone una gran ilusión para muchas personas. Elegir el destino y los lugares que vas a visitar en ese viaje es algo que gusta, casi tanto como el momento de estar en ese lugar con el que has suñado poder visitar. Hacer un viaje puede parecer que siempre es maravilloso, pero también puede suponer un problema. En COPE tratamos de conocer más sobre la dromomanía, la inclinación excesiva u obsesión patológica por trasladarse de un lugar a otro.

Alfonso Echávarri, psicólogo y biólogo, explica y analiza qué es la dromomanía. Analiza que sienten una obsesión por viajar y que solo viajando se encuentran bien, pero el problema es al regresar: "Cuándo tienen que volver a casa otra vez vuelve a subir la ansiedad". En definitiva, "si situamos el viajar en el centro de nuestra vida, ahí tenemos un problema"

Problema económico

Si viajar se convierte en una obsesión, acarrea otro problema, liga, y es el económico. ¿Cómo hacemos frente a esos gastos? Alfonso relata que "cuando realizamos una serie de gastos muy por encima de estas posibilidades, los derivados de los viajes, puede suponer en muchísimas ocasiones un endeudamiento".

Un problema que genera que haya personas que "piden créditos que después tienen que pagar". "Hay personas que cuando están de viaje y no quieren volver y se les acaba sus recursos económicos, piden por las calles, piden limosna por las calles para alargar" un problema que se puede acrecentar.

Un síndrome

Alfonso profundiza un poco más y dice que: "Es un síndrome que realmente se le ha prestado muy poquita atención desde un punto de vista clínico. Sin embargo, existe y parece que tiene relación con trastornos ya más estudiados, como el trastorno de control de impulsos, el famoso TOC o el famoso trastorno obsesivo-compulsivo".