Las puertas del Santuario de San Miguel de Aralar serán reconstruidas, tras el ataque, con un ballenero del siglo XVI
"La empresa Albaola se ofreció a replicar la puerta con la misma madera que construyen el ballenero, que casualmente es madera de aquí, de la Sakana", cuenta Alfonso Garciandía.

El motivo por el que las puertas del Santuario de San Miguel de Aralar serán reconstruidas, tras el ataque, con un ballenero del siglo XVI
Pamplona - Publicado el - Actualizado
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El 26 de octubre, hace dos meses y medio, atacaron el Santuario de San Miguel de Aralar y quemaron la puerta principal. Los asaltantes pintaron una estrella de David y la palabra Jude, judío en alemán, en la misma puerta. La intensidad del fuego acabó con la madera de la puerta que ardió durante horas. La Policía foral se hace cargo de la investigación y el capellán Alfonso Garciandía, a falta de conclusiones definitivas, enmarca aún hoy los hechos en “una gamberrada, pero con mala intención y agravio contra lo que significa la cruz”, igual que la nueva agresión sufrida este fin de semana en la que cortaron dos de las cruces que hay en la subida al Santuario.
La puerta se apuntaló de manera provisional con tablas de madera, hasta encontrar una solución. En ello estaban cuando recibieron una llamada de Albaola, la sociedad que construye desde hace dos décadas en Guipúzcoa un ballenero, réplica de la nao San Juan del siglo XVI.
"La empresa se ofreció a replicar la puerta con la misma madera que construyen el ballenero, que casualmente es madera de aquí, de la Sakana", cuenta Garciandía.
“Del mal ha venido el bien”, apunta y recuerda el singular vínculo entre los distintos santuarios europeos dedicados a San Miguel, con el monte y el mar, desde Irlanda hasta Grecia, pasando por Inglaterra, Francia e Italia, de ahí que se llame a las mareas vivas, de San Miguel.
Aralar es "un lugar muy querido y visitado por navarros y guipuzcoanos", por eso esta respuesta del bien a al mal en el que en junio, "el día de la Santisima Trinidad haremos una romería desde Guipúzcoa al Santurio para llevar las puertas en un carro de bueyes", añade.
INFORMACIÓN DE LOS ATAQUES AL SANTUARIO
En los últimos meses, el Santuario de San Miguel de Aralar en Navarra ha sido víctima de varios actos vandálicos que han generado indignación y tristeza entre la comunidad religiosa y los habitantes de la región. El más reciente de estos incidentes ocurrió durante la noche del sábado al domingo, cuando desconocidos cortaron con sierras metálicas dos de las tres cruces que marcan el camino de subida al santuario.
El capellán del santuario, Alfonso Garciandía Goñi, ha expresado su profunda tristeza y ha cuestionado el motivo que hay detrás de estos actos y se pregunta si la cruz molesta a algunos. Garciandía ha subrayado que la destrucción de símbolos religiosos es un indicativo de la temperatura moral de una sociedad, y ha pedido respeto para todas las creencias.
Este ataque no es un incidente aislado. En octubre del año pasado, el santuario sufrió otro acto vandálico cuando desconocidos pintaron la estrella de David y la palabra "Jude" en la puerta y le prendieron fuego. Afortunadamente, el incendio fue descubierto y sofocado a tiempo por el vigilante del santuario, quien alertó a las autoridades.
La Iglesia navarra ha condenado rotundamente ambos ataques y ha reiterado su compromiso con la tolerancia y el respeto hacia todas las creencias. El santuario, considerado uno de los centros de espiritualidad más antiguos y arraigados de Navarra, seguirá siendo un lugar abierto para acoger a fieles, peregrinos y visitantes.
La Policía Foral de Navarra se ha hecho cargo de la investigación de ambos incidentes, y el capellán ha interpuesto una denuncia formal por los daños causados. La comunidad espera que se esclarezcan los hechos lo antes posible y que se tomen medidas para prevenir futuros ataques.
Garciandía ha llamado a la sociedad a no acostumbrarse al mal y a defender los bienes de todos, independientemente de sus creencias. "Ojalá San Miguel nos ayude a romper las cadenas de la indiferencia y de la parcialidad", ha expresado. Este llamado busca fomentar una respuesta unánime de condena contra cualquier forma de vandalismo y violencia hacia símbolos religiosos.
Los ataques al Santuario de San Miguel de Aralar forman parte de un contexto más amplio de hostilidad hacia los símbolos religiosos en España. Este tipo de incidentes ha generado preocupación entre las comunidades religiosas y ha llevado a movilizaciones en defensa de la libertad religiosa.
En conclusión, los actos vandálicos contra el Santuario de San Miguel de Aralar son un recordatorio de la importancia del respeto mutuo y la tolerancia en una sociedad plural. La comunidad navarra y las autoridades esperan que se tomen medidas efectivas para prevenir futuros ataques y garantizar la seguridad de los lugares de culto.