Vitoria - Publicado el - Actualizado
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Es la carrera más loca, más divertida, pero no está exenta de riesgo y este martes ha habido un susto. Las goitiberas no son un portento de la tecnología, más bien lo contrario, y bajar por la cuesta de San Vicente del Casco Viejo de Vitoria con las pronunciadas curvas posteriores tiene su dificultad.
El VII Descenso organizado por la cuadrilla de Los Alegríos ha tenido que suspenderse un tiempo para atender a uno de los dos ocupantes del 'auto loco' de Gautarrak, el que iba de pie detrás del conductor.
Lesión en la rodilla
Para ayudar a tomar el giro de la calle Olaguibel ha sacado una pierna con la mala fortuna de que se la ha enganchado en una rueda y se ha lesionado la rodilla.
La bandera roja ha ondeado para parar la prueba hasta la llegada de la ambulancia, que se ha llevado al herido al hospital Txagorritxu entre aplausos de un nutrido público. No ha sido el único incidente, otra ambulancia ha atendido en la cuesta de San Francisco a una mujer que ha sufrido un golpe de calor.
"No dejaré de parricipar nunca"
Antes de iniciarse la carrera, que ha reducido las vueltas de tres a dos tras el accidente, COPE Euskadi ha habldo con algunos de los valientes pilotos. Jon y Aitor dicen tener "medallas" por golpes. Es su cuarto año y admiten que hay mucho nivel y "piques" sanos entre cuadrillas.
Rashid, marroquí con doble nacionalidad, ha bautizado a su goitibera con el nombre de su hija, Fátima. No sabe ni cómo definir su auto, pero se ve en el "podio". Confiesa que esta prueba es adictiva, "por el ambiente". "Me encanta, no dejaré de participar nunca aunque quede el último", asegura al tiempo que promete a la afición, también fiel y con público extranjero, "un buen espectáculo".