ALAVES | MENDIZORROZA
El Alavés y el Ayuntamiento de Vitoria acuerdan la cesión de Mendizorroza por cinco años más
El club albiazul disfrutará del estadio hasta julio de 2029. Paralizada la ampliación del recinto, todavía siguen las dudas sobre quién debe arreglar las goteras de la cubierta
Vitoria - Publicado el - Actualizado
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El Ayuntamiento de Vitoria ha acordado renovar la cesión gratuita del Estadio de Mendizorroza al Deportivo Alavés hasta julio de 2029. La cesión del recinto de propiedad municipal expiraba al término de la temporada. El periodo de cinco años supone un margen muy superior al del último acuerdo, alcanzado el pasado mes de mayo y que fue de solo una temporada. Se mantienen los mismos términos de estos últimos trece años y sin alterar las cláusulas contempladas. El club albiazul es único que utiliza de forma exclusiva el estadio y las instalaciones.
Terreno de juego centenario
En 1924 el campo de fútbol se inauguró oficialmente, con el nombre de Mendirroza el 27 de abril. Mendi es el tercer campo de fútbol más antiguo tras los del Molinón y Mestalla. Mendizorroza en euskera significa monte afilado y proviene del Monte del Pico, anexo al estadio. Hay una leyenda popular que dice que el Monte del Pico se erigió en el siglo XIX con la tierra de la prospección para sacar agua en el centro de la Plaza de la Virgen Blanca. Santiago de Pablos, historiador del Alavés, afirma que se barajaron otros nombres para el campo de futbol como Zumaquera o Mendizorrozpe. Inicialmente, el campo fue propiedad del Deportivo Alavés, que compró los terrenos y levantó las instalaciones, pero problemas económicos propiciaron su venta a la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria, que cedió el uso, a su vez, se lo cedió a una entidad ‘Educación y descanso’ que cambió Mendizorroza con el Ayuntamiento de Vitoria por la cesión de otros terrenos.
Ampliación paralizada
En diciembre de 2016 se presentó un proyecto para la mejora y ampliación de Mendizorroza. Desde entonces, poco o nada se ha hecho en el recinto del Paseo de Cervantes. El club llegó a exponer dos proyectos de ampliación, uno en diciembre de 2016 y el segundo en marzo de 2019, pero la irrupción de la pandemia paralizó todo. De un recinto con capacidad para 32.000 espectadores, revestido de madera laminada y zona de restauración, se pasó a un recinto de 27.070 espectadores y acabado ondulado en el exterior. Se llegó, incluso, a un acuerdo para sufragar los 54 millones en los que se tasaron los trabajos: 32 a cargo del Alavés y 22 a repartir entre Ayuntamiento (8), Diputación (7) y Gobierno vasco (7). El plan era tener un campo nuevo para 2022.
Problemas con la cubierta
Desde entonces tampoco hay un acuerdo sobre quién debe hacerse cargo de las reparaciones de las instalaciones de Mendizorroza. Las goteras son cada vez más y más abundantes y mientras el consistorio defiende que debe ser el club quien se encargue de cambiar la cubierta, ya que no es un elemento estructural (se estima que costaría entre 18 y 20 millones de euros en caso de sustituir la de todo el estadio), el Alavés considera que la cubierta no está incluida en la lista de las atribuciones de mantenimiento de las instalaciones.