El cambio en la frontera entre España y Francia desde febrero de 2025: único en el mundo
Un territorio enmarcado en Guipúzcoa no siempre pertenece al país, sino que pasa a ser parte de la nación gala por culpa del Tratado de los Pirineos
Behobia, Irún, Hendaya, desembocadura del río Bidasoa, Isla de los faisanes
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En una noticia poco habitual, pero relevante para las relaciones internacionales, en estos días ha tenido lugar un cambio importante en la frontera entre España y Francia, específicamente en un pequeño rincón en el río Bidasoa, un lugar donde la historia y la geografía se entrelazan de una forma única. Hablamos de la Isla de los Faisanes, un islote que, durante siglos, ha jugado un papel clave en los vínculos entre ambos países. A partir de febrero de 2025, esta isla vuelve a ser española, pero su pertenencia al país no es constante, ya que, como hemos dicho, cada seis meses cambia de dueño.
Para entender este fenómeno, primero debemos retroceder en el tiempo hasta el Tratado de los Pirineos, firmado en 1659 entre España y Francia, que definió muchas de las fronteras actuales de ambos países. En este tratado se acordó que la Isla de los Faisanes, situada en el río Bidasoa, sería un territorio compartido, con la peculiaridad de que alternaría su pertenencia entre ambos países cada seis meses.
Este cambio bi-anual no es una simple curiosidad geográfica, sino que tiene una profunda carga histórica y diplomática. La isla es testigo de una serie de eventos que han marcado la historia de las dos naciones. En ella se firmaron acuerdos importantes, entre ellos el mismo Tratado de los Pirineos, que puso fin a la guerra entre ambos países y estableció un nuevo equilibrio en Europa.
Isla de los Faisanes, una isla deshabitada en el río Bidasoa entre Hendaya e Irún (España), un condominio único en derecho internacional
Además, la Isla de los Faisanes ha sido escenario de bodas reales, como el matrimonio en 1660 entre Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria, hija de Felipe IV de España. Este evento, considerado uno de los matrimonios dinásticos más relevantes de la historia europea, se celebró en la isla y simbolizó la reconciliación y el entendimiento entre ambas coronas.
¿Cómo se vive el cambio de país en la Isla de los Faisanes?
Cada 1 de febrero, cuando la isla pasa de ser francesa a española, y cada 1 de agosto, cuando sucede lo contrario, hay una serie de rituales simbólicos para marcar este cambio. Los monolitos que se encuentran en ambos lados de la isla, con inscripciones en francés y en castellano, son testigos de este tránsito de soberanía.
A la medianoche, el monolito en el lado francés, mirando hacia su territorio, es reemplazado por el monolito español, que cambia de orientación hacia la frontera sur. Esta escena es una representación física del cambio de soberanía, aunque la isla sigue siendo pequeña, sus simbolismos son grandes. La frontera entre los dos países se desdibuja momentáneamente, dejando claro que, a pesar de la claridad en el mapa, las relaciones entre naciones no son siempre estáticas.
Aunque la soberanía de la isla alterna, la relación entre España y Francia en este lugar está regida por un sentido de colaboración y respeto mutuo. No se trata de una disputa territorial, sino de un acuerdo que resalta la capacidad de ambos países para mantener una relación fluida y resolutiva en cuestiones de fronteras y diplomacia.
Isla de los Faisanes, una isla deshabitada en el río Bidasoa entre Hendaya e Irún (España), un condominio único en derecho internacional
Desde un punto de vista práctico, este territorio en constante cambio simboliza cómo las fronteras en Europa, a veces, tienen un carácter más histórico que funcional. En el siglo XXI, el Tratado de los Pirineos sigue vivo, no solo en la memoria histórica, sino en los pequeños detalles que marcan nuestra relación con el pasado.