Cáritas alerta en Euskadi de que la pandemia "ha roto el ámbito relacional"
La organización diocesana ha atendido en 2020 a 27.608 personas, más del 60% mujeres
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cáritas Euskadi atendió el pasado año a 27.608 personas, el 60 % mujeres, un hecho, han advertido desde la organización diocesana, que "no cambia ni el covid". De esa cifra, 13.096 personas fueron atendidas en Bizkaia, 9.024 en Gipuzkoa y 5.488 en Álava. 2020 ha sido un año atípico que ha dejado "muchas cicatrices", pero también mucha solidaridad, ya que del total de 3.666 personas voluntarias, 330 son nuevas incorporaciones y de edad más joven. La pandemia ha hecho emerger nuevas realidades de riesgo que te desgranamos a continuación y a las que Cáritas intentará hacer frente.
SITUACIÓN EN BIZKAIA
En Bizkaia Cáritas atendió a casi 4.000 perosnas que acudían a pedir ayuda por vez primera. Y es que la pandemia ha aflorado uno de los problemas ocultos de nuestra sociedad, el de la precariedad laboral extrema con mucho empleo informal que en cuanto desapareció dejó a infinidad defamilias en la pobreza y con sus viviendas en peligro.
La organización diocesana tuvo que adaptarse a problemas como la imposibilidad de hacer llegar la ayuda a personas que, por ejemplo, no podía utilizar servicios bancarios. Ha habido que atender demandas crecientes, como la del aumento de jóvenes sin hogar y en situación de exclusión para los que se ha creado la residencia Begonetxe, para jóvenes vulnerables que abrió sus puertas en abril del año pasado, apenas un mes después de iniciado el confinamiento.
Cáritas Bizkaia ha invertido más de 14 millones de euros en 2020 en todos los proyectos que tiene en marcha, de ellos 3,3 millones en ayudas económicas directas entre las que destacan también las aportadas a los menores que tuvieron que hacer frente a una educación a distancia sufirendo la brecha digital. La pandemia deja una dura herencia, ha advertido , que está socavando especialmente las vidas y las oportunidades de los colectivos más vulnerables, que tardarán años en salir de esta situación.
SITUACIÓN EN ÁLAVA
En la presentación de Álava ha estado presente el obispo de Vitoria, Don Juan Carlos Elizalde, quien ha presentado la campaña de Cáritas “Seamos más pueblo” de cara al día de la caridad que tendrá lugar el próximo domingo 14 de junio. Elizalde ha recordado que la solidaridad con los más vulnerables es el "termómetro" de los cristianos.
En Álava la pandemia ha dejado dos nuevos perfiles de afectados, las mujeres que ejercen la prostitución, cuyo número es "sorprendente", y los que subsisten de la economía sumergida, que en Euskadi se estima alcanza el 20%, ya que quedaron descolgados de cualquier ayuda.
A raíz de la covid preocupa cómo se ha acentuado la soledad y cómo puede afectar a los más jóvenes. "La economía se recupera, pero el ámbito relacional se ha roto", ha alertado Ramón Ibeas, secretario general de Cáritas Vitoria. Y es que ha lamentado lo peligroso del mensaje lanzado durante la crisis sanitaria de "cuánto más aislado mejor" y ha señalado que el "sistema quiere individuos consumidores".
La próxima semana la organización diocesana aprobará una nueva estrategia para atender a estas realidades emergentes, como el colectivo ahora sostenido por los Ertes y que quizá tenga cobertura económica, pero no social.
SITUACIÓN EN GIPUZKOA
Caritas Gipuzkoa ha atendido a 5.000 nuevos demandantes. En Cáritas Gipuzkoa el 76% de quienes han recibido ayuda son migrantes y un nada desdeñable 42,8% son menores de 30 años. De hecho, desde hace cinco años aprecian un perfil de gente más joven que necesita ayuda.
Cáritas, en la que colaboran más de 900 voluntarios ha constatado en 2020, además de un aumento de la pobreza y la soledad, dificultades derivadas de la desaparición del empleo temporal con la pandemia y un aumento de la brecha digital. La organización duplicó el pasado año las ayudas monetarias, hasta los 3,2 millones, destinadas mayoritariamente a la subsistencia, y sobre todo para comer.