Educación: ¿cómo hacer que la vuelta a clase sea positiva?

El fin de las vacaciones navideñas marca el retorno a la rutina escolar, un momento que puede generar cierta resistencia en los niños después de disfrutar de días llenos de diversión y flexibilidad. No obstante, abordar esta transición de manera positiva es esencial para cultivar un ambiente propicio para el aprendizaje y el desarrollo. María Campo, experta en Educación, te presenta en COPE algunas estrategias clave para hacer que este retorno a clases sea no sólo fluido sino también emocionante. María Campo es una valorada profesional de la Educación, asesora pedagógica en Eduka&Nature y profesora en la Universidad.

Puedes escuchar la entrevista completa clickando junto a la imagen.

En primer lugar, la readaptación de los horarios de sueño se posiciona como una prioridad. Después de noches festivas y celebraciones, es común que los niños hayan alterado sus patrones de descanso. Planificar una transición gradual hacia los horarios escolares normales puede facilitar este ajuste. Establecer una rutina de acostarse temprano y despertarse a la hora habitual ayudará a que los pequeños recuperen el ritmo con menos estrés.

Además, involucrar a los niños en la preparación los primeros días del regreso a clases puede generar entusiasmo. Permitirles participar en la elección de los útiles escolares, preparar la mochila y organizar el espacio de estudio crea una sensación de control y anticipación positiva. Comunicarles que cada nuevo año escolar trae consigo nuevas oportunidades de aprendizaje y amistades puede despertar su interés y motivación.

La creación de rituales especiales para el primer día de clases puede convertirlo en un evento agradable. Compartir una merienda o cena especial al volver a casa, escribir una carta de buenos deseos o hacerse una foto juntos pueden ser formas significativas de marcar el inicio de este nuevo capítulo.

El retorno a clases después de las vacaciones de Navidad puede ser visto como una oportunidad para el crecimiento y la renovación. Al adoptar enfoques positivos, fomentar la participación de los niños y establecer rituales especiales, se puede transformar este proceso en una experiencia emocionante y enriquecedora para todos.